Asunción, IP.- El fanático del básquetbol que metió los 16 números -y la clave de tres dígitos que figura en el reverso del plástico- para comprar tres entradas en la primera fila del Oracle Arena a cambio de 54.000 dólares llorará sobre el resumen de la tarjeta de crédito cuando el cartero se lo deje en el buzón de su casa ¿Se gastará ese aficionado otro tanto si hubiera un séptimo?, en su redacción destaca Marcelo Nogueira para Olé, de Argentina.
La reventa autorizada funcionó a pleno y la más barata no bajaba de 800 dólares, por un lugar en donde la cabeza está bien cerca del techo del estadio y desde donde la distancia hasta la cancha es tan grande que no se distingue la diferencia de altura de los jugadores. Parecen muñequitos de torta.
Pero no hubo fiesta, ni globos ni torta ni cordón amarillo para evitar el ingreso de intrusos a la ceremonia de entrega de la copa en Oakland, como esperaba toda la afición de los Warriors, preparada para festejar el bicampeonato que se le negó.
Hay que armar los bolsos, tomar el avión y viajar a Cleveland. Con la serie 3-2, este jueves, será el sexto partido. ¿Se repetirá la película de la temporada anterior cuando se coronó en el Q?
Será un sufrimiento extra, seguramente sin el autraliano Andrew Bogut, quien sufrió un fuerte golpe en la rodilla izquierda. El único aliciente para los Warriors será que recuperará al suspendido Draymond Green, al que extrañaron en los momentos decisivos.
Sin Green se liberó LeBron James, quien completó su mejor partido de la postemporada. Terminó con 41 puntos (escaló al 9° lugar de anotadores históricos en playoff, con 1.011 tantos), 16 rebotes y 7 asistencias. El Rey León o LeBron, como guste.
Su mejor aliado fue Kyrie Irving, desde el arranque, que lució más como anotador (41, con 5-7 triples) que armador de juego (6 asistencias) y dominó en el ataque a Stephen Curry o cualquiera que se le pusiera cara a cara.
Cleveland sobrevivió a sus propios errores (12 pérdidas) y a la efectividad de Klay Thompson (6-8 triples) en el primer tiempo, que terminó con empate en 61. Se jugó a un ritmo superior a lo visto en los cuatro choques anteriores, a puro cambio de gol por gol, dureza física y ritmo infernal.
Hasta que uno de los dos entregó las armas. Fue Golden State, desde los 36 minutos en adelante, cuando los Cavaliers se escaparon por 10 (85-75) y mantuvieron o estiraron la diferencia hasta el cierre. Ni el Hack a Tristan Thompson, en el tercer cuarto, le sirvió como estrategía apar revertir el resultado.
Hacía un mes que GSW no perdía en su cancha, desde que lo venció Oklahoma City, en el primero de la serie final del Oeste. Cleveland lo consiguió y ahora busca el milagro de convertirse en el primer equipo en dar vuelta una serie final después de estar 1-3. No los despierten del sueño.
Detalles
Golden State (97): Curry 25, K. Thompson 37, Barnes 5, Iguodala 15 y Bogut 0 (f.i) Ezeli 2, J. McAdoo 0, Barbosa 3, Livingston 7, Varejao 2, Speight 0 y Rush 0. DT: Kerr.
Cleveland (112): Irving 41, JR Smith 10, James 41, Love 2 y T. Thompson 6 (f.i) Jefferson 8, Dellavedova 0, Shumpert 4, Mo Williams 0, Mozgov 0, D. Jones 0 y J. Jones 0. DT: Lue.
Parciales: 32-29, 61-61 y 84-93. Arbitros: Mc Cutchen, M. Davis y D. Stafford. Estadio: Oracle Arena. Serie: Golden State 3-2.
El jugador de Cavaliers LeBron James (c) convierte una cesta hoy, lunes 13 de junio de 2016, durante el quinto partido por las Finales de la NBA entre Cavaliers y Warriors, en el Oracle Arena de Oakland, California.