Asunción, IP.- Mucho se ha hablado de brindar soluciones definitivas a grandes problemas urbanos, y lógicamente no son decisiones fáciles ya que implican un gran cambio de mentalidad no solo en los pobladores de la zona, sino también en la ciudadanía y en las autoridades locales. Surge la propuesta de un modelo de estilo arquitectónico que podría modificar el estilo de vida que podría revolucionar y servir como modelo a muchos lugares.
Las explicaciones brindadas por la ministra Soledad Nuñez de la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Habitat (Senavitat) desde ya abren esa visión hacia un nuevo panorama. Pero no son solo explicaciones al azar, sino que se basa en toda una política de Estado que se quiere implementar tomando como punto de partida la misma Constitución Nacional.
Nuestra carta magna en su artículo sexto menciona que el Estado promoverá la calidad de vida de sus ciudadanos, mientras que el artículo séptimo refiere que “toda persona tiene derecho a habitar en un ambiente saludable y ecológicamente equilibrado”.
Por ello este proyecto, enmarcado dentro una planificación, tiene el objetivo de la construcción de unas 1.000 casas que serán construidas a través de este proyecto que pretende mejorar la calidad de vida de las familias beneficiadas.
Pero no es solo brindar viviendas, el mismo pretende ser un modelo de desarrollo sostenible para otros lugares, donde la visión sea inclusiva y con un gran concepto de integración social. También se les brinda una dignidad en cuanto a su hábitat.
Las familias a ser beneficiadas son las actuales víctimas de la inundación, que viven en condiciones deplorables y altamente insalubres, sin equipamiento urbano ni infraestructura, con un alto grado de hacinamiento humano, con un limitado alcance a servicios sociales y con viviendas bastante precarias.
Las 1.000 soluciones habitacionales, entre viviendas y departamentos, estarán ubicadas en un predio de 20 hectáreas y la inversión alcanzaría los 50 millones de dólares. El lugar tendrá edificaciones entre zonas verdes públicas y semipúblicas, e infraestructura vial. El vecino de la zona podrá tener acceso a espacios deportivos, centro comunitario, iglesia, servicios sociales del Estado, instituciones educativas entre otros.
El componente habitacional contempla 78 monobloques de tres pisos con 888 departamentos de aproximadamente 65 m2 cada uno, con dos dormitorios, un baño, cocina comedor, sala de estar, área de lavandería y balcón.
Tendrá un sistema de agua potable y pluvial, una red de distribución subterránea, unidades de seguridad, unidad de salud familiar entre otros.
Uno de los aspectos innovadores comprende el concepto revolucionario de la implementación de calles compartidas, donde no hay veredas, obstáculos sino espacios verdaderamente compartidas entre transeúntes, ciclistas y automovilistas en general, donde en ciertos sectores se pueda convivir sin obstáculos, y con responsabilidad.
Además se integrará con los barrios aledaños en la zona de Zeballos Cué, con el asfaltado de calles secundarias y avenidas principales, además de cuidar todo lo que tenga que ver con arboledas y empastados que serán el principal pulmón de la zona.
La ministra Soledad Núñez afirmó que el lugar donde será realizado la edificación de las viviendas no tiene arboles ya que está planificado de tal forma a no afectar al medioambiente.
El proyecto tiene como meta finalizar antes del inicio lectivo del año 2017 para que una cantidad importante de familias paraguayas puedan vivir dignamente.