Curupayty, IP.- Se cumplieron 150 años de una de las batallas más importantes desarrollada en la Guerra de la Triple Alianza: Curupayty, librada el 22 de setiembre de 1866.
El gobierno a través del Ministerio de Defensa realizó ayer un acto de conmemoración en la Trinchera de Curupayty, distrito de Humaitá, departamento de Ñeembucú.
El presidente Horario Cartes y el ministro de Defensa, Diógenes Martínez fueron los principales oradores.
Por su parte el coronel Roberto Olmedo, historiador militar, hizo un relato acompañado de un simulacro con cañón y balas de salva.
La Batalla de Curupayty constituye el enfrentamiento militar ocurrido durante la campaña defensiva de Humaitá.
Según el relato del militar el trabajo de fortificación comenzó el 8 de setiembre. A tal efecto se empleó todo el personal disponible, 5.000 hombres, para que las 24 horas del día y en tres turnos realicen la majestuosa obra de fortificación conocida como las Trincheras de Curupayty, situada estratégicamente entre dos accidentes naturales de bulto: el río Paraguay y la laguna Méndez.
Continuó diciendo que el Mariscal Francisco Solano López, buscando una salida pacífica al conflicto, convino llevar a cabo una entrevista con los aliados el 12 de setiembre en Yataity Corá. Tras cinco horas de reunión y no prosperando las negociaciones de paz se retiraron del lugar prosiguiendo con el plan de operaciones previstos.
El trabajo de construcción de las trincheras fue un calvario, recalcó, pues el terreno arcilloso en aquel entonces estaba extremadamente duro y los picos apenas lo penetraban.
El 21 de setiembre, luego de 14 días de arduo trabajo, el general José Eduvigis Díaz informó al mariscal de la culminación de los trabajos y que las trincheras estaban listas para recibir al enemigo, enfatizando además que si todo el ejército aliado le trajese el ataque quedaría sepultado al pie de las trincheras.
“Llegamos así a la mañana del 22 de setiembre , siendo las 07:30, la flota de guerra aliada ocupa su posiciones, 22 embarcaciones de guerra con 101 piezas de artillería dieron inicio al bombardeo sobre nuestras trincheras. A las 11:30 de la mañana el fuego había cesado de tronar. El general argentino, Bartolomé Mitre, suponiendo que solo sería un paseo por las Trincheras de Curupayty ordenó a las tropas terrestres el asalto a las fortificaciones”, narró Olmedo.
Mientras tanto, la artillería paraguaya se mantuvo en total silencio hasta que las tropas aliadas ingresaron dentro del alcance eficaz de nuestras armas, entonces el general Díaz ordena realizar los fuegos contra las tropas atacante, agregó.
El general Mitre viendo que Curupayty era inexpugnable ordenó la retirada y en ese instante Díaz montó rápidamente su caballo y recorriendo las trincheras “hecha viva a sus soldados”. Posteriormente el sargento Cándido Silva con el toque del clarín anunciaba el triunfo del ejército paraguayo.
Según los militares Curupayty fue la batalla planeada y ejecutada a la perfección por las tropas paraguayas, en donde el ejército aliado, en especial el argentino tuvo que lamentar la pérdida de muchos jóvenes pertenecientes a las familias más distinguidas.
Unas 1.500 personas participaron del acto de recordación del sesquicentenario de la batalla que lleva el nombre de esta comunidad, a más de altas autoridades civiles y militares.