Condolencias y opiniones encontradas en el Cono Sur por la muerte de Castro

Montevideo.- La muerte del líder cubano Fidel Castro se vivió hoy en el Cono Sur en un clima condolencias oficiales, pero también de opiniones encontradas sobre su figura, al tiempo que solo un país, Uruguay, decretó duelo oficial.

La bandera nacional uruguaya permanecerá este domingo, a media asta en todos los edificios públicos, cuarteles, fortalezas, bases aéreas, buques de guerra, embajadas y representaciones en el exterior.

La medida se tomó por decisión del presidente Tabaré Vázquez, que desde España lamentó la muerte de Castro y transmitió sus condolencias al pueblo de Cuba y a la familia del histórico dirigente, al igual que hizo el Parlamento uruguayo.

La figura del comandante de la Revolución cubana fue recordada por el expresidente José Mujica (2010-2015), para quien «hay en Fidel Castro y en el pueblo cubano una estatura de Quijote»y fue «alguien que vivió como pensaba».

La reacción oficial más madrugadora, pasadas las siete de la mañana, se produjo en la Argentina, donde la canciller, Susana Malcorra, consideró que con la muerte de Fidel Castro «se cierra un capítulo importante de la historia latinoamericana».

Y la más sorprendente fue la de Diego Maradona, que reveló que Castro era para él su «segundo padre» y que durante años el líder cubano le llamaba, a las dos de la madrugada, «para hablar de política, o de deporte, o de lo que se diera en el mudo».

El presidente Argentino, Mauricio Macri, se limitó a publicar, casi a mediodía, un escueto mensaje en Twitter expresando sus condolencias «al gobierno cubano por el fallecimiento de Fidel Castro».

Su antecesora, Cristina Fernández (2007-2015), afirmó que Castro y el pueblo cubano son un ejemplo de «dignidad y soberanía» e ingresan «definitivamente» en la «Historia Grande».

A favor de Castro se manifestó también la presidenta de la asociación de derechos humanos Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, que emocionada señaló que cuando escuchó que había muerto Fidel Castro sintió que se había quedado «el mundo a oscuras», aunque consideró que «los indispensables nunca mueren».

En el ámbito de la disidencia, la exdiputada cubana, Hilda Molina, exiliada en Argentina desde 2009, dijo a Efe que la «libertad» de su país «no depende de la muerte de nadie», sino de los propios cubanos, y aseguró, como médico y cristiana, no estar entre quienes celebran el fallecimiento de Fidel Castro.

Muy duro con el dirigente fallecido fue el anterior presidente chileno, el conservador Sebastián Piñera, que transmitió sus condolencias a la familia de Fidel Castro a la vez que aseguró que su legado fue «casi 60 años de atropellos a las libertades, democracia y derechos humanos en Cuba».

Por contra, la actual presidenta de Chile, Michelle Bachelet, lamentó la muerte del carismático político, al que definió como «un líder por la dignidad y la justicia social en Cuba y América Latina».

La muerte de Fidel Castro trajo a muchos chilenos el recuerdo de la visita que el líder revolucionario cubano hizo al país austral en 1971, que se prolongó durante 24 días que para muchos se hicieron eternos.

Castro permaneció en Chile entre el 10 de noviembre y el 4 de diciembre de aquel año, cuando Salvador Allende, que cumplía un año en el gobierno, lideraba un inédito experimento político de llevar a su país hacia el socialismo por la vía electoral, frente a la lucha armada que condujo a Fidel Castro al poder en Cuba.

Por el lado humano, se suscitaron hoy testimonios favorables de personas que recibieron en Cuba tratamientos médicos por enfermedades complejas, como el del senador chileno derechista Andrés Allamand, defensor de Pinochet y férreo opositor a los gobiernos encabezados por presidentes de centroizquierda desde 1990 en adelante.

A pesar de su alineamiento político, para Allamand Fidel Castro fue «un ángel» para su familia, porque en los años 90 hizo todo lo posible para atender y salvar a un hijo con un daño neurológico muy alto.

«Mi mujer y yo recibimos un llamado directo de Fidel Castro, que nos ofreció ayuda para el tratamiento y recuperación de nuestro niño», rememoró en senador a la vez que recordó que la primera vez que hablaron le dijo que si sabía quién era él, que era un dirigente de la oposición y le respondió: «lo tengo absolutamente claro y esto no tiene nada que ver con eso».

En Paraguay el Gobierno transmitió sus condolencias a las autoridades y el pueblo de Cuba a través de un comunicado de la Cancillería.

La formación política Frente Guasu, donde milita como senador el expresidente paraguayo Fernando Lugo, expresó su solidaridad con el pueblo de la isla y dijo que Castro fue «un icono de la revolución cubana» necesario para entender el siglo XX. EFE