Ciudad del Vaticano.- El enviado especial del Vaticano para la mesa de diálogo entre el gobierno y la oposición en Venezuela, Claudio María Celli, optó por renunciar a su visita de los próximos días al país sudamericano.
En una carta enviada por el nuncio apostólico en Caracas, Aldo Giordano, a la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), se anunció que el prelado “no participará a las posibles reuniones previstas para estos días”.
El texto, difundido aquí, agregó que la Santa Sede lo designó a él mismo, Giordano, como su representante para los “eventuales encuentros” que podrían haber como seguimiento a la mesa, que desde diciembre se declaró en “fase de revisión” por el incumplimiento de acuerdos entre las partes.
Celli fue nombrado por el Papa Francisco como garante de las negociaciones entre el gobierno del presidente Nicolás Maduro y la MUD, con el objetivo de aplacar la crisis política y económica que sacude el país.
Los dos primeros encuentros de diálogo tuvieron lugar el 30 de octubre y el 6 de diciembre, en medio de un clima de desconfianza mutua y con críticas de parte de varios líderes opositores emblemáticos, como el excandidato presidencial Henrique Capriles.
Ante el poco avance en las conversaciones tras la primera ronda de diálogo el “número dos” del Vaticano, el secretario de Estado, Pietro Parolin, escribió una carta a todas las partes el 1 de diciembre para dejar claras las condiciones de su mediación.
El texto incluyó cuatro requerimientos: “implementación urgente de medidas para aliviar la grave crisis de abastecimiento de comida y medicinas” y que “las partes concuerden el calendario electoral que permita a los venezolanos decidir, sin dilaciones, su futuro”.
Además de restablecer “cuánto antes” el rol constitucional de la Asamblea Nacional (en manos de la oposición” y “se apliquen los instrumentos legales para acelerar el proceso de liberación de los detenidos” (presos políticos).
Y pidió que en el segundo encuentro, el 6 de diciembre, se presentasen propuestas concretas para avanzar en al menos tres de esas solicitudes.
En respuesta a la carta de Giordano, el secretario de la alianza MUD, Jesús Torrealba, respondió con otra misiva en la cual agradeció el empeño de Celli y calificó de comprensibles las razones que llevaron a la Santa Sede “a no enviar (a su delegado), en las presentes circunstancias”.
“En diplomacia la ausencia puede ser una forma de ejercer presencia, y el silencio puede llegar a ser el más elocuente discurso. Hacemos votos porque este significativo gesto del Papa Francisco, haga reflexionar a quienes (están) en el gobierno nacional”, indicó.
“(Ellos) hicieron colapsar el mecanismo de diálogo con su sistemático incumplimiento de los acuerdos. (Ojalá) los oriente a desandar la escalada de represión y acentuada intolerancia desatada desde el poder en las últimas semanas, con el conocido saldo de nuevos presos políticos y otras agresiones igualmente inaceptables”, apuntó.
