Espionaje desata escándalos en oficialismo y oposición en Argentina

Buenos Aires.- La difusión de grabaciones telefónicas demostró el auge del espionaje político en Argentina que desató escándalos en contra del oficialismo y la oposición.

Un programa televisivo transmitió ayer lunes grabaciones en las que Daniel Angelici, uno de los asesores más cercanos al presidente argentino Mauricio Macri, presiona a dirigentes deportivos para favorecer a Boca Juniors.

Macri comenzó su carrera pública como presidente de Boca Juniors, cargo que actualmente tiene Angelici, quien además es conocido por “operar” ante la justicia en favor del gobierno.

En las llamadas, que fueron realizadas hace dos años, Angelici le pide a Fernando Mitjans, miembro del Tribunal de Disciplina de la Asociación del Futbol Argentino (AFA), trato especial para dos jugadores de su club.

Se trata de Cristian Erbes y Leandro Marín, quienes habían sido expulsados en un amistoso contra Racing, por lo que debían cumplir una pena de cinco partidos sin jugar, pero Angelici pide que sean menos.

El argumento del dirigente es que necesitaba a ambos jugadores para jugar el repechaje ante Vélez para definir un lugar en la Copa Libertadores de América, a lo que Mitjans accede, lo que demuestra el favoritismo hacia Boca y los manejos oscuros que predominan en el futbol argentino.

En otro audio, Angelici le pide al entonces presidente de la AFA, Luis Segura, que hable con el árbitro que va a dirigir un Vélez-Boca para que “trate de equivocarse lo menos posible”.

Sin pudor alguno, Segura le responde que se quede tranquilo “que yo me ocupo… el hincha (fan) número uno no tengas dudas que soy yo”.

Hasta ahora se desconoce quienes y por qué filtraron las llamadas, mismo caso que ocurrió el mes pasado al difundirse escuchas entre la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y su exjefe de espías, Oscar Parrilli.

Los audios, resultado de una investigación en contra de Parrilli en una causa en la que ya fue procesado por presunta protección a un narco, provocaron un debate sobre su legalidad y los verdaderos fines de quienes las entregaron a los medios.

En las llamadas, Fernández de Kirchner califica a Parrilli de “pelotudo” (estúpido) y denosta las declaraciones públicas de Antonio Stiuso, un poderoso exespía que fue echado durante el kirchnerismo.

La expresidenta denunció que fue víctima de espionaje ilegal, pero el fiscal Guillermo Marijuan explicó que las grabaciones siguieron todos los pasos legales en el marco de la investigación contra Parrilli.Notimex.