Asunción, IP.- Con una nueva generación de jóvenes agentes instruidos con una mentalidad moderna, que manejan nuevas tecnologías de reciente incorporación y se capacitan bajo estándares internacionales, el Departamento de Inteligencia de la Policía Nacional está rompiendo viejos paradigmas y aspira a «transformar desde dentro» la institución policial.
En agosto de 2015 el presidente de la República Horacio Cartes inauguraba el moderno edificio de alta seguridad y entregaba los equipos tecnológicos de última generación para el Departamento de Inteligencia de la Policía Nacional. A partir de esa inversión, se vio la necesidad de renovar también la lógica de trabajo de esta unidad policial.
Este proceso viene siendo encabezado por el comisario principal Oscar Pereira, jefe del Departamento de Inteligencia, quien desde enero de 2016 puso en marcha un nuevo sistema de trabajo que en octubre pasado consiguió la certificación internacional ISO 9001 en gestión de calidad en los procesos de recolección, procesamiento y análisis de información y difusión de inteligencia. Paraguay se convirtió de ese modo en el segundo país de la región en contar con esta certificación.
«Cuando se hizo esta inversión en infraestructura y tecnología todavía seguía la mentalidad de trabajo antiguo; entonces dijimos que acá tenía que cambiar también la mentalidad, pensarlo de nuevo, romper paradigmas de esta vieja inteligencia», refiere el comisario Pereira en conversación con IP Paraguay.
Hoy se trabaja, según el Manual de Inteligencia confeccionado en 2016 y bajo la denominación de «Sistema Bravo», con el compromiso de desarrollar procesos bajo los estándares de eficacia, eficiencia y efectividad, a fin de prestar un servicio profesional y efectivo, en la producción de inteligencia y contrainteligencia anticipativa y preventiva.
Si bien el flujo de la información es siempre el mismo, con los reportes que provienen de las distintas comisarias y las fuentes abiertas de información como los medios masivos de comunicación, «ahora la información es más clara y transparente en el sentido que es más segura porque todo tiene normas de seguridad», según el comisario Pereira.
Explicó que, además de las innovaciones tecnológicas, la estrategia de transformación institucional apostó a «traer gente nueva» entre los egresados de la academia policial, quienes demuestran un alto nivel de compromiso con el trabajo profesional y tienen un fluido manejo de herramientas tecnológicas, e inculcar a los antiguos agentes la superación del «modo de trabajo antiguo». Además se empezó a apostar con mayor fuerza a la capacitación de los agentes en el ámbito internacional.
Conocedor de los beneficios de la capacitación y la experiencia en el extranjero, el comisario Pereira busca profesionalizar aún más a los agentes paraguayos aprovechando las oportunidades que se abren al Departamento, a partir de la certificación internacional obtenida en 2016, mediante los nexos con la Interpol, la Europol y la Comunidad Latinoamericana y del Caribe de Inteligencia Policial (Clacip).
El mismo comisario Pereira ha servido durante muchos años como oficial de Análisis de Inteligencia de la Interpol y fue durante ocho años responsable regional de Interpol, desde la sede en Buenos Aires. Sirvió además como «senior police adviser» de la Organización de las Naciones Unidas en África y toda esta experiencia busca transferir al Departamento de Inteligencia para consolidarlo como verdadero factor de cambio dentro de la Policía.
«Todo lo que trabajamos y producimos está enmarcado a las normas constitucionales y legales; no hacemos nada fuera de la ley. Además, todo el personal es sometido a pruebas de polígrafo dos veces al año para mantener la confiabilidad del proceso y estamos de a poco expandiendo nuestros servicios a todo el país mediante el apoyo de la Comandancia», dijo.
Actualmente, el Departamento de Inteligencia cuenta con un Centro de Recolección de Información que opera las 24 horas monitoreando las fuentes abiertas de información y un Centro de Procesamiento de Información que clasifica los datos para proporcionarlos a los tomadores de decisión.
El trabajo de estas unidades puede contribuir significativamente a contar con informaciones confiables para la toma correcta de decisiones, ya que el proceso tradicional de transferencia cuenta con demasiadas instancias que facilitan la pérdida de información en el proceso.
«Estamos tratando de trabajar directamente con las comisarías para que nos vayan proveyendo su información y esta información se orienta a la toma de decisiones en base al conocimiento del comportamiento delictivo en cada zona», refirió el encargado de esta dependencia. Hasta el momento, con este mecanismo se cubre el área del departamento Central y Capital y la proyección es ampliarlo hasta cubrir todo el territorio nacional.
Igualmente, cuenta una División de Contrainteligencia que se encarga de la seguridad del Departamento, incluyendo a su personal, de la información, el armamento, y la infraestructura edilicia y que brinda además diagnósticos de riesgo a distintas unidades de la Policía Nacional.
Si bien son muchos los cambios y avances dentro del Departamento, aún hay muchos desafíos que encarar, reconoce su jefe. Uno de ellos es contar con un laboratorio propio para producir los recursos tecnológicos necesarios para el trabajo de inteligencia, indica.
«Hay mucho más por hacer, los procesos hay que ir mejorando permanentemente, no quedarnos con lo logrado, porque nuestra meta no tiene límites», dijo Pereira al destacar el estímulo que genera el nivel de compromiso de los jóvenes agentes. «Todos los agentes jóvenes están muy comprometidos, ellos mismos dicen que somos el principio del cambio y están muy convencidos de que van a cambiar a la Policía desde aquí», concluyó.