Tillerson advierte de que la paciencia con Corea del Norte se ha acabado

Seúl.-El secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, ha avisado este viernes en Seúl de que la diplomacia de la «paciencia estratégica» ejercida por el Gobierno Obama con Corea del Norte «se ha terminado» y que la mejor opción para Pyongyang es abandonar su programa nuclear. «Todas las opciones — incluida la militar— están sobre la mesa», ha dicho.

El jefe de la diplomacia estadounidense ha hablado en conferencia de prensa con su homólogo surcoreano, Yun Byung-se, y al igual que hizo en la víspera en Japón subrayó que Washington planea cambiar de rumbo su política hacia el régimen de Kim Jong-un, aunque tampoco ha ofrecido más detalles sobre este aspecto.

Tillerson se ha limitado a decir que lo mejor para Pyongyang «es abandonar su programa nuclear y de misiles y el desarrollo de cualquier arma de destrucción masiva», y que se barajan «una nueva gama de medidas en materia diplomática, de seguridad y económica», insistiendo en que «todas las opciones están sobre la mesa», informa el País de España.

Sea cual sea la estrategia a adoptar, deberá tener en cuenta un previsible cambio de Gobierno en Corea del Sur tras la reciente destitución por corrupción de la presidenta Park Geun-hye y el hecho de que este nuevo Ejecutivo seguramente quiera mejorar sus pésimos lazos con Pyongyang tras una década de administraciones conservadoras en Seúl.

«No queremos que las cosas desencadenen en un conflicto militar», quiso aclarar por otra parte Tillerson en relación a la carta de la intervención bélica.

«Aunque obviamente si Corea del Norte realiza acciones que amenacen a las fuerzas surcoreanas o a nuestras propias tropas, entonces la respuesta sería la apropiada», advirtió el jefe de la diplomacia estadounidense con respecto a las llamadas «provocaciones» de Corea del Norte.

La última de ellas se produjo el pasado 6 de marzo, cuando el ejército norcoreano disparó cuatro misiles de medio alcance a aguas japonesas.

La gira del secretario de Estado y antiguo consejero delegado de la petrolera Exxon Mobile llega en medio de tensiones en la región que han ido en aumento desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Corea del Norte ha amenazado con probar un misil intercontinental y ya ha lanzado misiles de alcance intermedio en dos ocasiones en lo que va de año: la primera, mientras Trump cenaba con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, en su club privado en Florida, y la segunda a comienzos de este mes. En esa ocasión lanzó cuatro cohetes, coincidiendo con el inicio de las maniobras anuales conjuntas Foal Eagle entre Corea del Sur y Estados Unidos, que Pyongyang percibe como un pretexto para preparar una invasión de su territorio.

Tillerson ha criticado duramente las medidas de boicot económico de China hacia Corea del Sur por el despliegue en su territorio del escudo estadounidense THAAD -destinado a interceptar misiles norcoreanos pero criticado por Pekín por considerar que compromete su seguridad- al tacharlas de «inapropiadas y problemáticas».

En su mensaje de Año Nuevo, Kim Jong-un anunció que el país estaba ultimando los preparativos para llevar a cabo un nuevo ensayo de un misil balístico intercontinental. Un día después, Trump —entonces presidente electo— contraatacó por Twitter con un simple «¡no ocurrirá!». Algunos analistas creen que la prueba podría llevarse a cabo este mes, alrededor del día 16, aniversario del nacimiento del padre del actual líder norcoreano, Kim Jong-il. Varias imágenes por satélite muestran, desde hace varias semanas, un aumento de la actividad en el principal complejo nuclear del país, situado en Yongbyon, según informó el portal especializado 38North.

 

 

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