El niño maravilla y un penal que quedará para la historia

Santiago de Chile.- El Niño Maravilla decidió picar la pelota en el penal más importante de la historia de la Selección de Chile. Y se ganó una imagen que será eterna. Hay momentos únicos que están destinados para unos pocos hombres.

Queda poco de niño en este Niño Maravilla, apenas el apodo, pero lo que sobran son las maravillas. No hubo, es cierto, demasiado desequilibrio durante los 120 minutos en relación a la cantidad de veces que tomó el balón e intentó desequilibrar. Pero a Alexis Sánchez, la historia le tenía guardado un lugar especial.

Y el delantero de Arsenal se encargó de hacerlo aún más único, aún más inolvidable: con una frialdad admirable en un momento muy caliente, de la definición por penales y de la historia, picó el penal decisivo, el que sentenció el 4-1 en la tanda, el que inclinó la balanza para Chile, para su primer rugido de campeón de la Copa América.

Sergio Romero deja caer su cuerpo hacia su costado izquierdo. Alexis, en su carrera, amaga y decide hacer flotar el balón hacia el lado contrario, apenas al ras del césped: es la imagen que jamás perderá el color gracias a la tecnología de estos tiempos, pero que nunca, definitivamente nunca, perderá la capacidad de despertar una emoción indescriptible en cada chileno.

La carrera descontrolada, la camiseta roja que se transforma en la hélice de un helicóptero, la sonrisa llena de historia: Alexis corre hacia la gloria y detrás llegan todos sus compañeros, para abrazarlo, para agradecerle por esta locura.

(ip/ca2015)

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