Asunción, IP.- Este lunes se desarrolla el tercer día de novenario en honor a la Virgen de los Milagros de Caacupé. El obispo de San Lorenzo, monseñor Joaquín Robledo, en una homilía netamente religiosa, instó a las personas a ser misericordiosas, principalmente con los más desprotegidos.
Robledo, a excepción de sus pares que celebraron la misa durante los dos primeros días de novenario, no habló acerca de la realidad social del país, ni hizo alusión a ningún tema en específico, tal como lo había hecho el monseñor Lucio Alfert, quien pidió ayer (domingo) acabar con la corrupción y la narcopolítica.
El tema de la fecha fue “Dios es nuestro padre misericordioso”, que según mencionó “nos recuerda las notas fundamentales de Dios, el cual es de mente compasivo, lento a la cólera y a reír con amor y fidelidad, que mantiene su amor por mil de generaciones y perdona la inequidad, la rebeldía y el pecado”.
Asimismo refirió que las características esenciales del sacerdocio de Cristo son la misericordia y la fidelidad, al tiempo de agregar que “él se hizo solidario con los hombres para rescatarnos del pecado y así combatió con todas sus energías contra ese mundo que oprimía a los hombres de su tierra, a lo más débiles”.
Mencionó que vivir esa solidaridad significa para nosotros combatir la corrupción que destruye a las personas y a la sociedad, principalmente a lo más desprotegidos y pobres.
“En este año santo se nos pide a nosotros (los sacerdotes), ser testigos de la misericordia de Dios (…) el Papa nos pide también mucha misericordia y esto significa recorrer el camino de la conversión, supone el encuentro con Cristo en la oración, solamente así podemos transitar por caminos de conversión permanente”, expresó.
Puntualizó que el amor y la miseria se realizan en gestos concretos de ayuda y de socorro, mediante la experiencia de Dios en la oración, pues la oración es la fuerza de Dios en nosotros. “Jesús nos pide en la cruz amar a los enemigos para ser hijos de Dios”, subrayó.
Finalmente pidió a la Virgen de Caacupé “ser testigos de la misericordia de Dios y nos acompañe con su solidaridad y su ternura de madre en este año santo que está a punto de comenzar”.