Madrid.-La cita estaba prevista para el miércoles, pero el PP confirmó que a pedido del propio Rajoy, se pasó para el viernes. La reunión tendrá lugar en diputados, con pocas miras de un acuerdo que permita superar el actual bloque político español.
El presidente del gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, y el líder socialista Pedro Sánchez, quien aspira a formar un nuevo Ejecutivo, se reunirán finalmente el viernes en el Congreso de los Diputados, sin que existan expectativas de un acuerdo que permita superar la actual situación de bloqueo político en la que se encuentra España.
La cita estaba prevista para mañana, pero el Partido Popular (PP) confirmó hoy que fue aplazada para el viernes a pedido del propio Rajoy, de acuerdo con fuentes partidarias.
El encuentro entre los dos líderes más votados en las elecciones del 20 de diciembre será el primero desde que Sánchez aceptó el ofrecimiento de Felipe VI de intentar formar gobierno después de que Rajoy rechazó el primer pedido del monarca, en una decisión inédita que atribuyó a su falta de apoyos para superar la votación de investidura.
Rajoy, cuyo Partido Popular (PP) ganó las elecciones pero sin mayoría para gobernar, insiste en ofrecer una coalición al Partido Socialista (PSOE) de Sánchez, segunda fuerza, y a los liberales de Ciudadanos, la cuarta.
Sin embargo, Sánchez rechaza cualquier opción de apoyar o facilitar un gobierno de Rajoy o del PP, al que tampoco le pedirá su respaldo para una eventual investidura puesto que el dirigente conservador dejó claro que ni siquiera se abstendrá.
El «no» cruzado de ambas fuerzas mayoritarias dificulta enormemente un eventual acuerdo que evite nuevas elecciones en España.
El secretario General del PSOE se propone encabezar un gobierno progresista con el respaldo tanto de Ciudadanos como del partido izquierdista Podemos pese a que ambos partidos también se vetaron mutuamente.
La reunión con Rajoy cerrará la ronda de contactos del candidato socialista con las fueras políticas con representación parlamentaria, siendo los conservadores los únicos a los que Sánchez excluye totalmente de un eventual acuerdo.
En busca de respaldos para su elección como presidente del gobierno, el líder socialista abrió la semana pasada una mesa de negociaciones con los liberales, a la que se sumaron Izquierda Unida (IU) y los valencianos de Comprimís.
Por su parte, Podemos, el partido antiajuste liderado por Pablo Iglesias, no quiso entrar en la negociación y mantiene en pie una oferta para formar un gobierno de coalición progresista con PSOE e IU.
Sin embargo, Sánchez no quiere cerrarse a negociar únicamente con Iglesias. Su estrategia se basa en lograr al menos un mínimo acuerdo en torno a un programa común que pueden apoyar otras fuerzas, ya que es consciente de que ni si quiera los votos de los miembros de
