La Paz.-La oposición boliviana dio hoy por válido el resultado de las encuestas por recuento rápido que dieron la victoria al No en el referendo sobre la reelección del presidente Evo Morales, pero el Gobierno habló de un «empate técnico» y pidió esperar al escrutinio oficial, que puede tardar días.
Los sondeos de las empresas Equipos Mori e Ipsos difundidos por medios locales cuatro horas después del cierre de los colegios dieron al No a la reforma constitucional un porcentaje del 51 al 52,3 % y al Sí entre un 47,7 y un 49 %.
Más de 6,5 millones de bolivianos estaban llamados a votar en el referendo, en el que se consultó sobre una reforma constitucional para ampliar de dos a tres los mandatos presidenciales consecutivos permitidos, lo que posibilitaría que Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera pudieran volver a ser candidatos en 2019
La difusión de las encuestas detonó las celebraciones de los opositores en varias ciudades.
En los procesos electorales en Bolivia tradicionalmente se da por válido el resultado de los sondeos a pie de urna y por recuento rápido en la noche electoral debido a la habitual tardanza del escrutinio oficial, que se demora varios días.
El líder de la opositora Unidad Nacional, el empresario Samuel Doria Medina, felicitó «al indómito pueblo boliviano» y dijo que «se ha sepultado el proyecto de convertir a nuestro país en un proyecto de un solo partido, en convertir a nuestro Estado en autoritario».
El político, tres veces candidato a la Presidencia, dijo que la población ha «recuperado la democracia» y el «derecho a elegir».
El gobernador del departamento de Santa Cruz (este), el opositor Rubén Costas, destacó que hubo una «victoria del pueblo» y que el resultado se obtuvo gracias a los principios del «pueblo que defiende la libertad y la verdadera justicia».
Con más cautela, el expresidente Jorge Quiroga (2001-2002) consideró que Morales tiene que entender el mensaje del No y que en poco más de un año perdió, según los sondeos, entre 12 y 14 puntos frente al apoyo obtenido en las presidenciales de 2014, cuando salió elegido con el 63 % de los votos.
Pese a que se había anunciado que Morales comparecería ante los medios en el Palacio de Gobierno, finalmente fue el vicepresidente García Linera quien salió a explicar la posición del Ejecutivo.
El vicepresidente sostuvo que hay un «clarísimo empate técnico electoral» ya que el trabajo de las encuestadoras siempre tiene un margen de error frente a los cómputos definitivos oficiales, por lo que advirtió de la posibilidad de que los resultados queden invertidos.
A su juicio, se ha constatado que «la mitad del pueblo boliviano ha optado por que se modifique la Constitución», y tildó de «forzado» y «prematuro» el festejo de la oposición.
Según García Linera, el margen de error se debe a que las encuestas no computan el voto en el extranjero ni el de las zonas rurales, donde Morales tiene un mayor apoyo.