Ciudad del Vaticano.-El Sumo Pontífice habló en la Plaza San Pedro y aseguró que «es necesario acercarse a Dios con las manos purificadas»
«El pueblo de Dios, es decir, la Iglesia, no necesita dinero sucio», clamó hoy el Papa en la audiencia general de los miércoles.
Si viene «algún benefactor» con una «oferta fruto de la sangre de gente explotada, maltratada, esclavizada, con el trabajo mal pago, yo le diré a esta gente ‘por favor, llevate de vuelta ese cheque, quemálo», agregó Francisco , saliéndose del texto preparado y provocando fuertes aplausos entre los 20.000 fieles presentes en la Plaza San Pedro.
«Es necesario acercarse a Dios con las manos purificadas evitando el mal y practicando el bien y la justicia», afirmó también, en una catequesis que giró en torno de la «misteriosa» relación entre misericordia y corrección divina.
«Cuando el hombre está enfermo va a lo del médico, cuando se siente pecador va a lo del Señor, si en cambio va a lo del brujo no se cura», dijo el ex arzobispo de Buenos Aires. «Muchas veces preferimos ir por caminos equivocados buscando una justificación, una justicia, una paz que en cambio nos viene regalada como don por el propio Señor, si alcanzamos el camino y lo buscamos», agregó.
Al saludar a los fieles de lengua árabe, el Pontífice volvió a expresar su preocupación por los migrantes que en estos días, escapando de las guerras, intentan alcanzar a una Europa que no sabe cómo manejar el fenómeno, de proporciones bíblica.
«Dios, como padre, usa la paciencia con el pecador para llevarlo al arrepentimiento, pero no se olvida nunca de los gritos de sus hijos oprimidos, especialmente los que llegan de Siria y Líbano», dijo. «Piensen -añadió-, en los tantos refugiados que desembarcan en Europa y no saben dónde ir».