Asunción, IP.- La lectura, este viernes, de la histórica sentencia que prueba la existencia de una asociación ilícita entre las dictaduras de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay para perseguir a ciudadanos en cualquiera de esos países, conocido como el “Plan Condor”, tendrá más que nada un valor simbólico y será un “reencuentro con la verdad”, según dijo a Radio Nacional de Paraguay el analista político, Alfredo Boccia.
“Esperamos con mucha expectación el resultado de esta sentencia porque creo que de alguna manera es el reencuentro con la verdad, verdad que en muchos casos es oficial”, dijo Boccia al señalar que la existencia de este plan, vigente entre 1975 a 1981, ha sido documentada copiosamente a través de los archivos de la dictadura estronista descubierta en 1992. En base a esos documentos, Boccia y otros investigadores escribieron un libro que también fue incluido como prueba documental en el proceso.
“El libro que escribimos con Antonio Pecci, Miguel López y Gloria Giménez, era una descripción de lo que fue el Operativo Cóndor que fue un pacto secreto de colaboración entre las dictaduras militares que en esa época, a partir de (noviembre) 1975 hasta 1981 llevaron adelante para realizar un verdadero exterminio de los movimientos de izquierda, subversivos, populares, sindicales, que estaban en la región”, indicó.
Destacó que «lo que se va a leer hoy es la sentencia de lo que se llama El Megajuicio de los implicados en el Operativo Cóndor que son una gran cantidad de militares argentinos y un uruguayo”. También se incluyeron los casos de 19 víctimas paraguayos por lo que una veintena de familiares de esas víctimas también testificaron en el presente juicio.
Boccia explicó que el Operativo Cóndor fue un arreglo de los militares para poder actuar más allá de las fronteras para colaborar en operativos conjuntos asesinando o trasladando clandestinamente prisioneros de un país a otro. “Fue un periodo muy penoso de la historia latinoamericana que dejó decenas de miles de muertos en un verdadero genocidio político que costó mucho juzgar y que en el día de hoy llega a un momento simbólico”, sostuvo.
La lectura de la sentencia, este viernes, es el resultado de un largo juicio en el que se aportó una gran cantidad de documentación probatoria, donde declararon 222 testigos, de los cuales 133 testigos aportaron sus declaraciones desde el exterior por videoconferencia. Este proceso judicial –el primero en que se investiga globalmente el Plan Cóndor y el primero de este tipo en América del Sur– tiene un gran significado simbólico para reafirmar el compromiso de nuestra región en materia de Memoria, Verdad y Justicia.