Asunción, IP.- Con una inversión de unos 5.000.000 de dólares de la cooperación japonesa, Paraguay apunta mejorar las condiciones de calidad e inocuidad de varios rubros agrícolas con potencial de exportación.
Se trata del acuerdo que suscribieron este miércoles, el ministro de Agricultura, Juan Carlos Baruja, el presidente del Senave, Oscar Cabrera y el representante de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), Hideyuki Yoshida.
La iniciativa, denominada «Proyecto para el mejoramiento de la inocuidad de los rubros agrícolas de exportación para pequeños productores», prevé brindar apoyo técnico a agricultores de los departamentos de Amambay, Central, Concepción, Itapúa, Misiones y San Pedro, donde se quiere potenciar y mejorar las condiciones de calidad e inocuidad de rubros como el sésamo, chía y la producción de frutas.
Para el efecto se prevé una inversión estimada de 5 millones de dólares, e involucrará también a la Dirección de Extensión Agraria (DEAg), el Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA) y la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Asunción (FCA-UNA).
Con esto también se apunta al fortalecimiento y ampliación de la capacidad de inspección de Servicio Nacional de Calidad Vegetal y de Semillas (Senave), para garantizar la inocuidad de los productos, mejorando los sistemas de control de calidad de modo a dar cumplimiento a los requerimientos de los mercados más exigentes en cuanto a parámetros de tolerancia de residuos de plaguicidas.
Sobre el punto, el titular del Senave, Oscar Cabrera, presidente del Senave, calificó de muy importante la oficialización de este proyecto, que se enmarca en la política del Gobierno Nacional de apoyar y fortalecer a los pequeños productores.
Indicó que la búsqueda de la inocuidad de los rubros de exportación redituará en beneficios para los productores nacionales.
“Hemos empezado con el sésamo y queremos ampliar los trabajos a otros rubros. Sobre el sésamo, se está hablando de ampliar la superficie de siembra para llegar a unas 36.000 hectáreas, lo cual implica oportunidades para los agricultores teniendo en cuenta que el mercado japonés tiene menos restricciones para los productos paraguayos y los precios son favorables”, añadió.
Otros áreas que serán desarrollados durante la ejecución de los trabajos son capacitación de técnicos y productores, focalizándose fuertemente en el manejo de pre y pos cosecha de los productos y el uso seguro de agroquímicos; y la trazabilidad de la producción.