San José.- Los presidentes de América Latina y el Caribe presentes en la III Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) dieron su apoyo, este jueves al Plan para la Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre 2025 , desarrollado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en ingles) con el soporte de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Los jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe estimaron que el Plan presentado por el director general de la FAO es una herramienta imprescindible para la erradicación del hambre y la disminución de la pobreza en la región, según expresa el comunicado de la FAO.
Por su parte, el director General de la FAO, José Graziano da Silva, manifestó que América Latina y el Caribe es la primera región del mundo que ha logrado cumplir la meta del Primer objetivo de desarrollo del milenio de reducir a la mitad para el 2015 la proporción de personas que sufren hambre.
“El Plan será un importante instrumento de trabajo para acelerar la llegada al futuro que, un futuro sin hambre y sin pobreza extrema, pues centra la Cooperación Sur-Sur entre nuestros países como principal instrumento de trabajo y asegura una perspectiva y responsabilidad regional en los esfuerzos por superar el hambre”, destacó Graziano da Silva.
Según señaló la FAO, los principales objetivos del Plan son los de alcanzar resultados concretos que se traduzcan en mejoras significativas en la calidad de vida de toda la región, dirigidas a la erradicación de la pobreza, en especial la pobreza extrema, que garanticen la seguridad alimentaria y la nutrición, con enfoque de género, para afrontar los desafíos y lograr la erradicación del hambre, en especial de todos los sectores en situación de vulnerabilidad.
Por su parte, el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, afirmó en el discurso inaugural de la III Cumbre que la Celac garantizará la consolidación de las políticas públicas orientadas a la erradicación del hambre y la pobreza en América Latina y el Caribe con especial atención a los más vulnerables.