Asunción, IP.- Diecisiete jóvenes voluntarios profesionales del Programa Arovia se están capacitando y entrenando para enfrentar el reto de vivir nueve meses en comunidades vulnerables y acompañar a las poblaciones en la superación de la pobreza. Esta es una experiencia pionera en nuestro país, pues los voluntarios se insertarán a la dinámica del programa nacional de reducción de la pobreza Sembrando Oportunidades.
«Liderazgo en asentamientos rurales y urbanos», «El voluntariado para el desarrollo sostenible», «Gestión en territorio» y «Cómo elaborar un plan de acción local», son algunos de los temas en los que recibirán entrenamiento los voluntarios hasta el 4 de marzo.
Son 12 mujeres y 5 varones de entre 24 y 35 de edad que tienen diversas profesiones. Ellos son agrónomos, ecólogos humanos, sicólogos docentes y pedagogos, y también hay una abogada, un ingeniero industrial y una enfermera.
Todos ellos pasaron por un proceso de selección y tienen las cualidades y la motivación necesaria para generar una dinámica social en los asentamientos prioritarios de Sembrando Oportunidades, programa que busca mejorar los ingresos y el acceso a los servicios sociales para las familias en condición de pobreza y pobreza extrema.
En ese sentido, el programa de voluntariado Arovia busca crear un marco de servicio nacional inspirado en las buenas prácticas a nivel nacional e internacional que brinde una plataforma culturalmente apropiada e involucre a generaciones de ciudadanos como protagonistas en el desarrollo del país.
Las capacitaciones son impartidas por profesionales de la Secretaría Técnica de Planificación del Desarrollo – STP- y de la Secretaría de la Juventud en el local del proyecto PRODEPA del Ministerio de Educación y Cultura – MEC-.
“Ser voluntario es aportar a mi país sin esperar nada a cambio”
Valeria Alcaraz tiene 23 años y estudia Ecología Humana en la Universidad Nacional de Asunción. Cuando cursaba los últimos años del colegio fue voluntaria por primera vez en un comedor realizando actividades de apoyo escolar para niños.
“Al principio no entendía de qué se trataba, luego vi en Arovia una oportunidad de servicio y de trabajo en conjunto con las familias de los asentamientos vulnerables. Ser voluntario es aportar a mi país sin esperar nada a cambio” afirma.