Bruselas.- Los líderes europeos se reúnen en una cumbre en Bruselas para evaluar la posibilidad de una operación militar contra los traficantes de personas en Libia y así frenar el flujo de inmigrantes que intentan llegar a Europa cruzando el Mediterráneo.
Entre las propuestas que tendrán sobre la mesa los mandatarios europeos figura la “captura y destrucción de los buques usados por los traficantes de seres humanos”, según un proyecto de declaración al que tuvo acceso la AFP.
La reunión se llevará a cabo cuando empiezan a conocerse desgarradores detalles sobre el naufragio del domingo en el Mediterráneo, en el que murieron más de 800 personas.
Una fuente diplomática indicó que los Estados miembros se preparaban a aprobar la declaración, que incluye el plan de acción de 10 puntos presentado el lunes por la Comisión Europea, que refleja su disposición a tomar acciones decisivas contra los traficantes que amontonan en barcos desvencijados a quienes huyen de la miseria y los conflictos en Africa, Medio Oriente y Asia.
La UE debe “declarar la guerra a los traficantes de seres humanos”, afirmó el comisario europeo a cargo del tema, Dimitris Avramopoulos, en una entrevista publicada por el diario La Stampa. El presidente del Consejo italiano, Matteo Renzi, cuyo país está en la primera línea de este drama, aludió esta semana a la posibilidad de “intervenir” militarmente contra los traficantes en Libia. “Ataques contra la extorsión, contra los esclavistas (los traficantes), forman parte de nuestro razonamiento”, subrayó Renzi.
UN PLAN SIMILAR AL DE 2013
El lunes, la Comisión presentó un plan de acción en diez puntos entre los que figura la “captura y destrucción” de los buques utilizados por los traficantes, pero también medidas para agilizar el tratamiento de las solicitudes de asilo y repartir con mayor “solidaridad” la carga que representa para los Estados miembros la acogida de los demandantes de asilo.
Al presentarlo, la jefa de la diplomacia europea, la italiana Federica Mogherini, enfatizó que la UE “no tiene más excusas”. Este plan refleja las mismas preocupaciones y llega casi a la misma conclusión que el plan presentado en 2013 luego de la tragedia frente a la isla italiana de Lampedusa. Entonces, la Comisión proponía reforzar las patrullas aéreas y marítimas en el Mediterráneo para “interceptar” los buques cargados de inmigrantes, así como asistir a los Estados miembros más expuestos a la flujo de migrantes.
Entonces, la Comisión también se ufanaba de poner sobre la mesa “medidas y propuestas para una verdadera respuesta europea que puede hacer la diferencia”. Los Estados miembros adoptaron el plan, pero nunca lo implementaron. Aún no se sabe cómo podría la UE “capturar y destruir” los buques. Al mismo tiempo, fuentes diplomáticas indican que no se trata de enviar tropas a Libia, país sumido en el caos y que se convirtió en la plataforma del tráfico de personas.
Amnistía Internacional consideró este plan como “desgraciadamente y vergonozosamente inadecuado” y “no podrá frenar la espiral de muertes en el mar”.