Actriz revive mediante monólogo la historia de Frida Kahlo

Asunción, IP.- El Taller para adultos mayores realizado en el Centro Cultural El Cabildo, la actriz Ana María Imizcoz revivió una vez más, mediante un monólogo, al inmortal personaje de la pintora mexicana con textos tomados de la obra “Frida Kahlo:viva la vida” del autor Humberto Robles.

“Pues no, ¡fíjate! A mí ningún padecimiento me va a frenar las ganas que tengo aquí adentro. No necesito piernas ni nada, pa qué las quiero, ¡si tengo alas pa volar!”. Estas son algunas de las expresiones que repetía la actriz Ana María Imizcoz.

El dramaturgo realizó esa obra basándose en documentos, cartas y entrevistas a personas que habían conocido a la fascinante artista.

“Aquí podemos ver cómo uno se va transformando, cómo los pequeños detalles van haciendo la diferencia. En este momento se me ocurre también que se puede incluso reflexionar sobre lo que es la vida, cómo a veces uno no le da mucho valor a los pequeños detalles y la diferencia que hacen en una relación, por ejemplo, resulta enorme”, resaltó la Ana María Imizcoz.

Es la parte que creo es muy rescatable, además de la importancia de compartir con gente que está realmente aquí porque le interesa. Eso trae una riqueza muy particular”, comentó la actriz.

Un ícono femenino y humano

“Este personaje es un ícono femenino y humano. Para mí el valor del personaje de Frida es el factor de resiliencia, esa cualidad que tenemos todos que no es solamente innata sino que es desarrollable a nivel consciente, que es la capacidad del ser humano de superar los problemas y de aprender de las crisis y sacar de esa situación crítica lo provechoso para su vida. Esa condición que tiene el Ave Fénix de levantarse de las cenizas”, continua Imizcoz.

“Por eso yo amo a Frida, a pesar de que también, mirándola uno puede decir que tenía muchas rayaduras de cabeza. Ella por ejemplo está atada a un hombre, claro, es aquella época del existencialismo, a la época de Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir”, añade.

“Hoy nos asustamos de algunas cosas que ocurren, pero realmente, la forma en que han vivido en aquella post guerra: el existencialismo, era todo muy libre, las relaciones -por la forma en que vivían- hacían cosas muy revolucionarias”, prosigue Ana María Imizcoz, frente al atento auditorio compuesto por adultos mayores y personas más jóvenes.

Entre Diego y los autoretratos

Frida se enamora del pintor fantástico, el muralista Diego Rivera que era como 22 años mayor que ella y queda atrapada en esa relación de por vida, entre otras cosas a las que ella queda de alguna manera sujeta.

Por otro lado, tras un grave accidente, que finalmente le cuesta la amputación de su pierna derecha, ella debe quedar postrada en cama por dolores de la columna que se le rompió cuando tenía 17 años.
Frida tiene que pasar su vida en una cama, era jovencita cuando tuvo el accidente “y la cosa se complica toda su vida hasta que muere”. La columna le queda deshecha, tiene que funcionar con un corset muy fuertemente sujeto para poder incorporarse.

“Tiene periodos post operatorios donde debe quedarse en cama. Le fabrican un espejo enorme que está arriba de la cama, en donde ella se ve, de ahí vienen los autoretratos. Con ese espejo arriba, ella se veía y le inventan también un atril que le permitía pintar acostada. La mayoría de sus obras ella las hace acostada, boca arriba que es donde ella tenía que pasar, porque no tenía movilidad”, detalló Imizcoz durante el monólogo.

“El segundo accidente que tuve en la vida se llama Diego, en el choque perdí mi virginidad, con él perdí todo, la decencia, la vergüenza y los golpes de pecho, de veras que no puedo vivir sin mi chiquito lindo…”, espetaba el personaje de Frida Kahlo, en otro momento.

En cuanto al proceso de creación del personaje, Ana María Imizcoz ahondó en las características fantásticas de Frida Kahlo.

Extraordinarias particularidades de Frida

Siguiendo con la creación del personaje de Frida Kahlo, la actriz continuó ofreciendo pautas: “Como Frida tenía esta limitación tan marcada que era lo físico, me encontré también con que ella se decoraba especialmente y hacía unas combinaciones muy particulares. Ella podía permitirse decorarse como le dieran ganas”, puntualizó.

La resistencia de Frida

Ana María Imizcoz aprovechó el desarrollo del proceso de creación del personaje de Frida, para enfatizar frente al auditorio, acerca de la importancia de desarrollar la capacidad de “resiliencia”, para ella, una de las características principales de la bella Frida.

“Resulta que ese es el aspecto que yo rescaté porque me parece importante en distintos niveles humanos y más universales, porque ella tiene muy cargada también dentro de lo que es el texto completo (guión) los aspectos que tienen que ver con su sexualidad, con su pintura. Yo tomé como la esencia del ser humano, no hay género de sexo ni de disciplina artística, ni de nada, el ser humano por encima de su propia expresión”, sintetizó.