Paraguay y Argentina buscan delinear una ruta jesuítica multidestino

Asunción, IP – Paraguay y Argentina trabajan para que sus rutas jesuíticas se integren en un mismo paquete turístico, creando así un circuito que permita admirar en bloque el esplendor arquitectónico de las reducciones guaraníes y que en el futuro esa oferta se amplíe con la incorporación de Brasil y Bolivia.

La ministra de la Senatur, Marclea Bacigalupo, adelantó que para este año está previsto que se organice un «famtrip» para que las operadoras y los agentes turísticos paraguayos y argentinos consideren las posibilidades de establecer un circuito comercial que conecte las misiones jesuíticas guaraníes de los dos lados de la frontera.

Esa reunión seguiría a la celebrada el pasado febrero en la ciudad paraguaya de Encarnación, cuando operadores y autoridades de los dos países analizaron la comercialización de una ruta jesuítica trasnacional.

Encarnación, en el departamento de Itapúa, sur de Paraguay, alberga dos espectaculares vestigios de la epopeya jesuítica-guaraní: Santísima Trinidad del Paraná, fundada en 1706 y la mejor conservada de las misiones que están en suelo paraguayo, y Jesús de Tavarangué (1685).

Ambas fueron declaradas Patrimonio Universal de la Humanidad por la Unesco

Además, Encarnación es la puerta de entrada a la ciudad de Posadas, en la provincia argentina de Misiones, donde se encuentran parte de los pueblos jesuitas de Argentina, entre ellos la imponente reducción de San Ignacio Miní, fundada en 1610, y Nuestra Señora de Loreto (1632).

Todas ellas irradian, en mayor o menor grado, el espíritu del experimento de los jesuitas, que integraron a los guaraníes en poblados donde el arte y la evangelización formaban parte de la misma mística.

Bacigalupo indicó que las ocho misiones de Paraguay y las quince de Argentina conforman por sí mismas un «corredor natural» entre los dos países, un pasillo que solo requiere de la creación de un circuito conjunto de infraestructuras hoteleras para dotarlo de linealidad integradora.

«Hay un corredor natural jesuítico entre Argentina y Paraguay. Se trabaja en ello desde octubre del pasado año y posteriormente ha habido un encuentro con el sector privado, operadores mayoritarios y agencias de viajes para poder conectar esa ruta», dijo Bacigalupo a EFE.

Según la titular de la Senatur, mientras que se avanza en esa línea, es preciso que cada ruta jesuita, que en el caso de Paraguay funciona desde 1992, fortalezca su producto desde el punto de vista comercial y cultural.

«La idea es fortalecer la identidad de cada pueblo jesuita para engarzar con las otras rutas, pero de modo que estas rutas den beneficios a las comunidades, no solo a los macrooperadores (…) Que cada comunidad trabaje la salida de sus productos, que tengan espacio para ofrecer su artesanía, bordados, etc», dijo.

Añadió que el reto consiste en ofertar un paquete multidestinos que sirva para conjuntar uno de los mayores tesoros culturales de Latinoamérica y a la vez apoyar el desarrollo económico de esas poblaciones.

«La ruta multidestinos es una muestra de una América Latina para el resto del mundo y para los mercados emergentes y una fuerza económica para mitigar la pobreza», señaló.

Bacigalupo indicó que el proyecto al completo pasaría por conectar las 30 misiones jesuítico-guaraníes comprendidas entre Paraguay, Argentina y Brasil, y posteriormente conectarlas con la ruta de las reducciones jesuitas ya establecida en Bolivia.

«Cada país trabaja ya en su ruta jesuítica, una cruzada que no se había dado antes, y Paraguay está empeñado en que corra más rápido», dijo.