Salir de la lista negra de piraterías es un logro para el Paraguay, afirma APA

Asunción, IP.- Autores Paraguayos Asociados (APA) celebra que Paraguay haya sido retirado de la “lista negra” de piraterías industriales, «un mérito enorme y esperanzador que se debe a la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual (Dinapi)».

En un comunicado dado a conocer este jueves, los autores asociados felicitan a la directora de Dinapi, Patricia Stanley, por el reconocimiento que consideran de altísima importancia para la imagen del país.

Manifiestan que reconocen desde un inicio los esfuerzos de la entidad y considera que el acuerdo con los Estados Unidos es un premio a la labor realizada que permite aspirar a un mayor apoyo a la propiedad intelectual en el Paraguay.

“Si bien el derecho de la propiedad industrial ha reconocido internacionalmente una protección especial en los últimos tiempos, en especial desde la creación de la Dinapi, no es menos cierto que en el campo de la propiedad de los autores y compositores todavía hay mucha tela que cortar”, expresan en otra parte del escrito.

Agrega que APA tiene la esperanza de que el “derrame positivo” de la lucha contra la piratería, alcance también al “pariente pobre” de la propiedad intelectual que es el derecho de los autores, intérpretes y productores fonográficos.

“Sabemos de los esfuerzos de la Dinapi por corregir ésta práctica, pero aun así, los piratas de las obras artístico-culturales se reproducen a diario. Las noticias, con frecuencia, indican que algunos de estos piratas han montado verdaderos imperios de ilegalidad con productores y red de distribuidores que se expanden impunemente por todo el país”, refieren.

Por último, Autores Paraguayos Asociados instan a las autoridades a que otorguen  los recursos económicos y logísticos necesarios para que la Dinapi pueda ejercer cabalmente la función de velar por el cumplimiento de las leyes protectoras de los autores y demás titulares de derechos.

«El Gobierno debe ser consciente de que la evasión en propiedad cultural es extensa y cuantiosa, y que el Estado también pierde y mucho al permitir una economía subterránea en la producción artístico-cultural, cuyo valor sería cuantificable si todos cumplieran con las normas y con el pago por la utilización de las obras», termina diciendo el comunicado.