Asunción, IP.- El último informe del Observatorio de Desplazamiento Interno (IDMC) por sus siglas en inglés) estima que en los últimos siete años, una persona por segundo ha sido desplazada por algún desastre, con 19,3 millones de personas obligadas a huir de sus hogares tan solo en el 2014.
El cambio climático se constituye en uno de los factores que podrían generar riesgos más severos, frecuentes e intensos, cuyos impactos negativos busca reducir la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).
El IDMC, dependiente del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) por sus siglas en inglés, dio a conocer este lunes su informe mundial “Los estimados globales: personas desplazadas por desastres”.
El informe revela cómo, en el 2014, 17,5 millones de personas fueron obligadas a huir de sus hogares a causa de desastres ocasionados por amenazas relacionadas con el clima, tales como inundaciones y tormentas y 1,7 millones debido a amenazas geofísicas tales como terremotos.
“Las millones de vidas devastadas por un desastre son, más a menudo, una consecuencia de estructuras y políticas mal hechas por el hombre, que de las fuerzas de la madre naturaleza”, dijo Jan Egeland, secretario general del NRC.
“Una inundación no es, en sí misma, un desastre, las consecuencias catastróficas ocurren cuando la gente no está preparada ni protegida cuando esta azota”, agregó.
El informe apunta a los factores de origen humano que impulsan una tendencia al aumento global en el desplazamiento a causa de desastres, como el rápido desarrollo económico, la urbanización y el crecimiento de la población en zonas propensas al peligro.
“Estos factores son una mezcla tóxica porque, cuando tales peligros azotan, hay más hogares y personas en su camino y por lo tanto escapar se vuelve necesario para sobrevivir”, dijo el director del IDMC, Alfredo Zamudio.
También se espera que el cambio climático modifique la situación en el futuro, a medida que riesgos climáticos más severos se vuelvan más frecuentes e intensos.
El informe sostiene que estos factores están incrementando el número de personas que deben desplazarse y el riesgo de que su desplazamiento se vuelva un problema a largo plazo.
Hoy en día, la probabilidad de ser desplazado por un desastre es del 60 por ciento mayor de lo que era hace cuatro décadas, y un análisis de 34 casos revela que el desplazamiento por desastres puede durar hasta 26 años.
La gente tanto en los países ricos como pobres puede verse atrapada en desplazamientos prolongados o a largo plazo. En Estados Unidos, más de 56.000 personas están todavía necesitadas de asistencia para la vivienda después del Huracán Sandy ocurrido en 2012 y 230.000 personas no han podido establecerse en nuevos hogares en el Japón después del terremoto, tsunami y del accidente nuclear de 2011.
“Los gobiernos deben priorizar medidas para fortalecer la capacidad de resistencia en las personas cuyo desplazamiento corre el riesgo de volverse prolongado, o ya ha pasado a serlo”, dijo William Lacy Swing, director general de la Organización Internacional de Migración, que colaboró en la recopilación de datos para el informe.
“Si las comunidades se fortalecen y están preparadas de antemano, con una infraestructura sólida, sistemas de alerta temprana y otras medidas similares, el desplazamiento puede utilizarse como una estrategia de respuesta a corto plazo o, en el mejor de los casos, podría evitarse por completo”, añadió.
El informe llega en un momento crucial este año, cuando varios procesos relativos a las políticas pasadas y futuras se juntan. Estos incluyen los Objetivos de Desarrollo Sustentable que serán adoptados en septiembre, así como los preparativos en curso para la Cumbre Humanitaria Mundial en 2016.
Lo que demuestra este informe es cómo el desplazamiento a causa de desastres tiende un puente entre todos estos procesos relativos a las políticas.
“Podemos hablar de sustentabilidad, de cambio climático y de una arquitectura humanitaria reformada”, dijo Zamudio, “pero para asegurar que todos estos procesos relativos a las políticas se conviertan en acciones concretas, necesitamos poner más atención a quienes viven en el frente, en este caso, los millones de hombres, mujeres y niños que actualmente huyen de desastres en todo el mundo”.
La SEN y el cambio climático
La Secretaría de Emergencia Nacional asume como uno de sus principales desafíos apoyar el desarrollo sostenible con la implementación de políticas públicas efectivas para la gestión y reducción de riesgos a fin de fomentar y fortalecer una nueva cultura de prevención y reducir el impacto negativo del cambio climático y el calentamiento global.
Desde la gestión y reducción de riesgos de desastres, la Secretaría se compromete a apoyar acciones de cuidado del medio ambiente, respetar, difundir e implementar los mandatos y las recomendaciones globales sobre cambio climático y apoyar, desde todos los foros, regionales e internacionales, ideas, aportes y experiencias en el contexto de la estrecha relación entre la gestión y reducción de riesgos y el cambio climático.
La institución además forma parte de la Comisión Nacional de Cambio Climático y se encuentra abocada al trabajo de revisión y análisis del anteproyecto de la Ley Marco de Cambio Climático, que tiene como objetivo principal establecer las regulaciones necesarias para prevenir, planificar y responder de manera urgente, adecuada, coordinada y sostenida a los impactos del cambio climático en el país.
Convenio de las Naciones Unidas sobre cambio climático
El cambio climático es también una de las prioridades de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que desde el 30 de noviembre al 11 de diciembre de 2015 realizará en París, Francia, la 21ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc) o COP21.
En su visita al Paraguay en febrero de este año, Bank Ki-moon, secretario general de la ONU, solicitó el apoyo de Paraguay para la firma del convenio para “un real” combate al cambio climático, cuyas consecuencias el país ya está sufriendo con las inundaciones y las sequías prolongadas.
