La Habana.- El secretario de Estado John Kerry, primer jefe de la diplomacia que visita la isla desde 1945, presidió la ceremonia.
El secretario estadounidense de Estado, John Kerry, presidió la ceremonia oficial de reapertura de la embajada norteamericana en Cuba, concretada en el izado de la bandera que había sido arriada hace más de 50 años. Se abren las puertas a una nueva era de cordiales pero duras relaciones diplomáticas.
El secretario de Estado pronunció un discurso para reabrir formalmente la embajada estadounidense e izar con gran pompa la bandera delante del macizo edificio de hormigón que adorna el Malecón, abriendo una visita de menos de 12 horas en la capital cubana.
¿Los encargados para izar el pabellón de las barras rojas y blancas con 50 estrellas? Los tres ex soldados que la arriaron hace 54 años cuando los dos países rompieron relaciones.
El ascenso de los colores de Estados Unidos será acompañado por la ejecución de los himnos de ambos países, instrumentados por una banda del Ejército estadounidense.
Y sin perder el simbolismo, el poeta estadounidense de origen cubano Richard Blanco, conocido por haber recitado un poema durante la toma de posesión del segundo mandato del presidente Barack Obama, evocará los lazos que unen a los dos pueblos con una poesía titulada «Cosas del mar».
En realidad, la ceremonia es una formalidad pues los dos países restauraron lazos diplomáticos plenos el 20 de julio pasado.
Cuba y Estados Unidos, enemigos durante la Guerra Fría, habían roto relaciones en 1961 en el fragor de la revolución castrista. Sin embargo, desde 1977 mantenían Secciones de Interes como embajadas de oficio bajo la protección de Suiza, una cooperación que Kerry resaltará en un breve encuentro en La Habana con el canciller del país europeo, Didier Burkhalter.
Luego de anunciar el deshielo en diciembre, Obama y su par cubano Raúl Castro se reunieron cuatro meses después durante la Cumbre de las Américas en Panamá, y el canciller cubano Bruno Rodríguez reabrió la embajada del país latinoamericano en Washington el 20 de julio.