Máxima tensión y fuego cruzado entre las dos Coreas

Seúl.- La tensión entre Corea del Norte y Corea del Sur se elevó nuevamente a su máximo nivel, con disparos de artillería cruzados en la frontera, tras el reciente ataque con minas antipersonas que hirió a dos soldados surcoreanos.

El nuevo conflicto entre las dos Coreas comenzó a las 15.52 hora local (3.52 en la Argentina), cuando el Ejército Popular norcoreano disparó una ronda de artillería hacia el lugar donde se encuentra la unidad militar surcoreana de Yeoncheon, ubicada en la parte oeste de la Zona Desmilitarizada (DMZ) que divide a ambos países.

Corea del Sur, que detectó el ataque a través de sus radares militares fronterizos, no sufrió daños personales o materiales, confirmó un portavoz del Ministerio de Defensa de Seúl.

Aún así, las Fuerzas Armadas surcoreanas respondieron con docenas de disparos de artillería de 155 milímetros hacia el Norte, aparentemente sin intención de causar daños en instalaciones militares o civiles del país vecino.

También elevaron al máximo nivel su preparación militar ante la posibilidad de nuevas agresiones del vecino comunista, e intensificaron su vigilancia de las unidades militares fronterizas de Corea del Norte.

Unos 80 vecinos de Yeoncheon, la localidad surcoreana donde cayó el primer proyectil fueron evacuados a refugios subterráneos, y las autoridades instaron a otros vecinos a evacuar, indicó un funcionario local que solicitó permanecer en el anonimato porque no estaba autorizado a hablar con los medios. Además, el gobierno surcoreano llevó a cabo una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional.

La presidenta del país, Park Geun-hye, que lideró la sesión, ordenó a las Fuerzas Armadas actuar con la mayor dureza posible ante la «provocación» de Pyongyang, informó la agencia local Yonhap.

Las autoridades de Seúl han abierto una investigación de los hechos y buscan hipótesis sobre las posibles intenciones del ataque del régimen de Kim Jong-un, además de las posibles represalias a tomar.

TENSIÓN EN ALZA

El intercambio de disparos entre Norte y Sur ha elevado a su máximo nivel en más de dos años la tensión militar en la península de Corea, que ya permanecía alta desde el pasado día 4.

Ese día dos soldados surcoreanos resultaron gravemente heridos -uno de ellos perdió las dos piernas y el otro un pie- por la explosión de tres minas antipersonas en las cercanías de la frontera con Corea del Norte.

Corea del Norte había amenazado con atacar los altavoces surcoreanos, que por primera vez en 11 años vuelven a emitir mensajes de propaganda hacia el otro lado de la frontera. Pyongyang también reconectó sus propios altavoces dirigidos hacia el sur.

La guerra de propaganda se reanudó después de que Seúl acusara a Pyongyang de plantar en el lado surcoreano de la Zona Desmilitarizada las minas terrestres que mutilaron a dos soldados surcoreanos la semana pasada.

El régimen de Corea del Norte es muy susceptible a cualquier crítica al gobierno que dirige su líder, Kim Jong Un, cuya familia gobierna el país desde su fundación en 1948.

El pasado octubre, las tropas norcoreanas abrieron fuego en zonas cerca de Yeoncheon después de que activistas surcoreanos lanzaran globos desde allí que llevaron folletos de propaganda al otro lado de la frontera. Seúl devolvió el fuego pero no se registraron víctimas. Más tarde en octubre, guardias fronterizos de ambos países volvieron a intercambiar disparos en la frontera sin causar bajas.

El ejército norcoreano dijo hace poco en un comunicado que las retransmisiones eran una declaración de guerra y que si no se detenían de inmediato, se produciría «una acción militar de justicia plena».

La poderosa Comisión Nacional de Defensa de Pyongyang había afirmado que Seúl había falsificado las pruebas sobre las minas y exigió pruebas en video. Un soldado perdió una pierna y otro perdió las dos en las explosiones.

Por otra parte, Corea del Sur y Estados Unidos iniciaron esta semana su mayor ejercicio militar conjunto estival, el Ulchi Freedom Guardian, con la participación de unos 80.000 soldados.

Estas maniobras también fueron objeto de amenazas militares del régimen de Kim Jong-un.

Norte y Sur permanecen técnicamente enfrentados desde la Guerra de Corea (1950-53), que concluyó con un armisticio nunca reemplazado por un tratado de paz definitivo.