Seúl.- El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ordenó hoy a las tropas norcoreanas situadas en primera línea en la frontera con el Sur que permanezcan listas para el combate tras declarar un «cuasi estado de guerra» con su vecino.
Kim ha convocado una reunión de emergencia de la comisión militar central del partido único en el poder horas después de que se produjera en la víspera un intercambio de disparos entre Norte y Sur en la denominada Zona Desmilitarizada (DMZ), informó hoy la agencia surcoreana Yonhap.
El líder norcoreano ha ordenado a sus comandantes en jefe que se dirijan a la primera línea de las tropas para preparar las operaciones militares.
«Los comandantes del Ejército Popular de Corea fueron rápidamente enviados junto a las tropas de primera línea con el fin de comandar las operaciones militares para destruir las herramientas de guerra psicológica si el enemigo no detiene la emisión de propaganda en las próximas 48 horas», señaló la Televisión Central de Corea del Norte (KCTV) en una emisión recogida por Yonhap.
Kim ordenó así la preparación de sus tropas ante «posibles contraataques del enemigo», añadió la cadena norcoreana.
El nuevo conflicto entre las dos Coreas estalló en la víspera, cuando el Ejército Popular norcoreano disparó una ronda de artillería hacia el área donde se encuentra la unidad militar surcoreana de Yeoncheon, ubicada en la parte oeste de la Zona Desmilitarizada (DMZ) que divide a ambos países.
Corea del Sur, que detectó el ataque a través de sus radares militares fronterizos, no sufrió daños personales o materiales, según confirmó entonces a Efe un portavoz del Ministerio de Defensa de Seúl.
Poco después del incidente, Corea del Norte amenazó de nuevo con tomar acciones militares si el Sur no detiene su campaña de propaganda anti-norcoreana en un plazo de 48 horas a partir de las 17.00 hora local (08:00 GMT del jueves).
Pyongyang había amenazado con llevar a cabo «ataques indiscriminados» si Seúl no suspende las emisiones en la frontera, indicó la agencia surcoreana.
La tensión militar entre Norte y Sur se ha elevado a su máximo nivel en más de dos años desde el pasado día 4, cuando dos soldados surcoreanos resultaron gravemente heridos -uno de ellos perdió las dos piernas y el otro un pie- por la explosión de tres minas antipersona en las cercanías de la frontera con Corea del Norte.
Seúl concluyó tras una investigación que las minas fueron colocadas en los días previos por soldados norcoreanos que, sin ser vistos, se habrían internado unos 440 metros en la parte surcoreana de la Zona Desmilitarizada (DMZ).
Como represalia, las Fuerzas Armadas de Corea del Sur reactivaron por primera vez en 11 años los altavoces en la frontera que envían mensajes contra el régimen de los Kim, además de emitir una orden de máxima alerta y preparar su artillería ante la posibilidad de nuevas agresiones.