La Puebla de Albortón (Zaragoza).- «No estoy cumpliendo con una obligación, sino con un sueño que una vez tuve», aseguró el expresidente de Uruguay José Mujica durante la visita a la tierra de los antepasados del libertador José Gervasio Artigas, en el municipio español de La Puebla de Albortón.
En esta localidad nació Juan Antonio Artigas, abuelo del libertador y de donde salió a principios del siglo XVIII tras alistarse como soldado y emigrar a América a las órdenes de Bruno Mauricio de Zabala, primer gobernador de Montevideo.
Mujica encabezó una delegación uruguaya que se desplazó hasta La Puebla de Albortón para inaugurar la plaza de la Integración durante un acto en el que se ensalzaron los valores de libertad que representó el prócer José Gervasio Artigas y que sirvió para intensificar los lazos entre ambos países.
«Tengo que darle gracias a la vida porque por fin mis viejos huesos me pudieron traer aquí» subrayó Mujica, quien recordó que fue «en un momento amargo» cuando sintió que tenía que ir a esa tierra y aunque reconoció que «no se vive de ayer, de nostalgia», que «se vive hacia el mañana, siempre hay que saber de dónde se viene para tener una idea de hacia donde se debe ir».
Según Mujica, esta tierra es el origen «de un hombre muy singular, libertario y republicano no solo en el pensar sino en el vivir» y cuyos ideales se tienen que «cuidar y transmitir».
El expresidente uruguayo advirtió que la democracia de su país «no es mejor ni peor pero crudamente republicana. No tienen lugar los condes, los marqueses, las diferencias de sangre o de fortuna, nos sentimos parte de una misma cosa y tenemos una tolerancia a todo lo diferente y lo distinto, que nos enriquece».
Para Mujica, es «natural» que Gervasio Artigas «llevara en sus entrañas las emergentes contradicciones del republicanismo». «Somos descendientes de eso y no tenemos porque renegar ni abdicar, somos lo que somos y hablamos un idioma común», sentenció.
«Este Artigas que hoy veneramos no solo era libertario, es el único libertador de América del Sur, que nunca se olvidó del superior derecho que tenían los indios, que bregó para que se pudieran gobernar a sí mismos» ensalzó Mujica, quien reconoció además que este libertador era «un adelantado y un revolucionario para las instituciones de España de ese tiempo».
Javier Lambán, presidente de Aragón, comunidad autónoma donde se halla la localidad, destacó el orgullo que supone tener a Mujica, a quien explicó que esa, la comarca Belchite, es una tierra azotada por la emigración, un terreno sereno, tierra de labradores, que transmite su genio a sus hijos.
No obstante, puso como ejemplo a Francisco de Goya, Ángeles Teresa, madre de Joan Manuel Serrat, o el abuelo de Artigas.
Para Lambán, Mujica es «un epígono del libertador», que «ha conmovido a la opinión pública y políticos limitándose a rescatar los valores más nobles de la mejor política», y a recordar que «la vida pública y política debe estar basada en la sobriedad que no en la austeridad».
Según el presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes de Uruguay, Jaime Trobo, Artigas fue «un hombre moderno para su época, un libertario, un admirador de la revolución americana que quiso establecer provincias unidas que fueran independientes pero sobre las que prevaleciera el principio de la libertad en toda su extensión imaginable: religiosa y política y respetando la libertad de los demás.
La plaza de la Integración está levantada sobre los terrenos en los que supuestamente se ubicaba la casa natal del abuelo de Gervasio Artigas, adquiridos por la Federación de Instituciones Españolas en Uruguay y posteriormente donados al Estado uruguayo.
La construcción, con un coste de 100.000 euros financiados por Uruguay, tiene un carácter sencillo y simbólico que, según el arquitecto Luis Peña, pretende invitar «al encuentro, al diálogo y la reflexión».
La Puebla de Albortón ya cuenta con una biblioteca dedicada al libertador uruguayo, inaugurada en 2009, y que alberga una réplica del busto que el escultor aragonés Pablo Serrano dedicó al prócer y cuyo original se encuentra en Montevideo.
La plaza, según la presidenta del Comité Político de Seguimiento de la Escuela de Gobierno, Lilian Galán, pretende tender un puente en la historia homenajeando a los antepasados de su prócer y «un permanente recordatorio de los valores como la justicia social y solidaridad».
El alcalde de la Puebla de Albortón, Jesús Naval, destacó que hoy se culmina un sueño que estrecha aún más los lazos de Aragón y Uruguay y que espera que se convierta en un lugar de peregrinación de los uruguayos, a quienes considera paisanos y hermanos.
Esta tarde, los diputados de la delegación uruguaya tienen previsto participar en una reunión de trabajo en el Palacio de la Alajafería con los grupos parlamentarios sobre el proyecto Escuela de Gobierno, impulsado por la Cámara de Representantes de la República Oriental de Uruguay, junto a la Fundación Giménez Abad. EFE