La Páz.-Casi cuatro millones de bolivianos están habilitados para votar el próximo domingo en los referendos que se realizarán en cinco regiones (La Paz, Oruro, Potosí, Chuquisaca y Cochabamba), tres municipios y otras tres «autonomías indígenas» de Bolivia.
Estos referendos consultarán a la población su opinión sobre los «estatutos» y «cartas orgánicas» que regularán el funcionamiento de los gobiernos regionales y locales, respectivamente, que poseen cierta autonomía respecto al centro del Estado desde la aprobación de la Constitución de 2009.
La oposición ha llamado a votar «no», ya que considera que estas normas no fueron suficientemente discutidas y no incluyen sus propuestas. El oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), que es autor de una buena parte de las leyes que la gente votará, propugna el «sí», que es favorito en tres de las cinco regiones que celebrarán referendos, aunque en todos los casos los votos blancos y nulos podrían ser muy alto, dado el poco conocimiento de la gente sobre lo que está en juego. Una encuesta del diario Página Siete reveló que, a finales de agosto, el 65% de los habitantes de La Paz no sabían de qué iba la elección.
Una encuesta del diario Página Siete reveló que, a finales de agosto, el 65% de los habitantes de La Paz no sabían de qué iba la elección
Aunque en las redes sociales se habla bastante de la línea antigubernamental, la única campaña electoral que está en marcha es la del «sí», ya que los partidos de oposición, temerosos de volver a perder ante Evo Morales, no tramitaron una autorización para poder hacer propaganda por el «no».
El requisito de tramitar una autorización para poder efectuar campañas políticas, a fin de evitar multas y hasta penas de prisión, es una de las novedades de la ley electoral, la misma que ha generado una gran cantidad de problemas y polémicas desde que comenzó a aplicarse, por decisión del MAS, en 2010.
El «no» tiene más perspectivas en Potosí, donde es impulsado —con una campaña legal— por el mismo comité de organizaciones sociales que en julio organizó un largo paro en contra del Gobierno para exigir su atención a esta región, deprimida por la caída de los precios de los minerales durante el último año. El «no» también parece más fuerte en La Paz, la región en la que, en las elecciones subnacionales de marzo, la oposición le arrebató al MAS la Gobernación y los dos principales municipios urbanos.