Clinton y Trump triunfan en las primarias de Nueva York

Washington.-La aspirante demócrata y el republicano refuerzan su liderazgo hacia la Casa Blanca.

Hoy parece más claro que en la carrera hacia la Casa Blanca se encontrarán Hillary Clinton y Donald Trump, una candidata que exhibe como galones su amplio bagaje político frente a uno que pone lo contrario como su principal valor. Si una parecía la candidata de manual del partido demócrata, al otro no lo esperaba nadie y está provocando algo parecido a una implosión en los republicanos.

Nueva York los aupó este martes con fuerza en las primarias más decisivas de este estado en décadas y, aunque aún no hay nada cerrado, los rivales tienen un margen ya muy estrecho para el sorpasso.

Los neoyorquinos no han fallado a Clinton. Elegida dos veces senadora por este estado, ganadora de las primarias contra Barack Obama hace ocho (aunque acabó perdiendo el pulso final contra el hoy presidente), este martes obtuvo el 59% de los votos, a 20 puntos de diferencia respecto al senador de Vermont, el izquierdista Bernie Sanders. El resultado, con el 58% del recuento, superó lo que decían las encuestas en casi 10 puntos.

Así que el hotel Sheraton de la calle 53 de Manhattan se convirtió en una fiesta. Con el Empire State of Mind de Alicia Keys sonando de fondo, Hillary Clinton salió exultante al escenario. “Habéis demostrado que no hay ningún sitio como casa”, dijo, “neoyorquinos, siempre habéis tenido mi corazón”.

Sus acólitos ya pensaban en las presidenciales, pese a que Sanders ha resultado un hueso mucho más duro de roer de lo que Clinton imaginaba al principio de la carrera. “Va a ser una gran presidenta, estoy segura, y va a ganar a Trump, no conozco a nadie de mi comunidad, ni gente latina ni negra, que pudiera votar a un candidato como él o como Ted Cruz”, decía Aidyn Urena, una joven afroamericana de 27 años, vecina de Harlem, aunque criada en el Bronx.

Bernie Sanders no logró cambiar el guion que marcaban las encuestas y sufrió un traspié en el que también es su estado. Venía de haber ganado siete de las últimas ocho primarias y estrechado mucho las distancias con la ex primera dama. El senador de Vermont, que creció en Brooklyn, atiza con fuerza a Clinton por sus vínculos con Wall Street, con el establishment, pero en Nueva York eso no le ha bastado. “Creo en los cambio progresivos, en alguien que va a seguir el trabajo de Obama”, añadía Urena en la fiesta del Sheraton.