Asunción, IP.- La Selección de Italia clasificó para los cuartos de final de la Eurocopa al conseguir un sufrido triunfo, por 1-0, frente a Suecia. Es la segunda victoria de los italianos, pues en el debut habían doblegado a Bélgica por 2-0, en el certamen internacional.
Los transalpinos no estuvieron demasiado acertados durante el choque, pero Éder salvó a los de Conte con un duro disparo en el último suspiro del choque. La Suecia de Ibrahimovic estuvo demasiado gris y deberá mejorar mucho para conseguir algo positivo en la última jornada.
El choque entre suecos e italianos apuntaba a un cero a cero de manual. Buffon e Isaksson apenas habían tenido que intervenir y ni unos ni otros eran capaces de brillar. En el bando escandinavo, Ibrahimovic y Guidetti pasaron desapercibidos. Perdieron todos los duelos con los centrales transalpinos y apenas aportaron a un equipo que fue demasiado conservador. Tras el empate de la primera jornada fue incapaz de luchar por los tres puntos y ahora se jugará el pase en la última jornada.
Las cosas en Italia no eran mucho mejores. Florenzi lo intentó por una banda y Candreva atacó por la otra, pero no se pudo ver mucho más. El esférico se movía en el centro del campo, la posesión alternaba entre un conjunto y otro pero las ocasiones brillaban por su ausencia. Cuando se llegaban a los últimos metros no había ni ideas, ni precisión ni nada de nada que pudiera terminar con el balón en el fondo de una de las porterías.
La excepción la marcó un cabezazo de Parolo minutos antes del tanto italiano. Un buen centro de Éder al segundo palo lo cabeceó al larguero el futbolista de la Lazio. La acción fue un aviso de lo que vendría después.
Aunque no sirvió para mucho, Parolo consiguió mucho más de lo que logró Ibrahimovic. Los ojos del mundo del fútbol están sobre él. La próxima temporada volverá a tener una ficha millonaria, será uno de los grandes jugadores del continente, pero está lejos del brillante jugador que fue. No entra en juego y cuando lo hace, no acierta. Ante Italia, tuvo suerte de que la única ocasión de gol que tuvo, estaba en fuera de juego. Así pasó desapercibido el remate al cielo de Toulouse cuando tenía todo a su favor para rematar a gol, mandó el cuero por encima del larguero. Pudo respirar tranquilo, estaba en posición ilegal.
Así, lo cierto es que el choque no tenía mucho. Balón por aquí, pase por allá, galopada sin éxito por la banda, algún esférico dividido y varios remates a las nubes. Los aficionados se quedaban sin un espectáculo que se decidió en los últimos minutos, como la mayoría de los partidos de la Eurocopa. Es lo que describe en su crónica el diario Marca de España.