Italia lo eliminó a España de la Eurocopa

Asunción, IP.- La Selección de Italia derrotó por 2-0 a España, equipo que estaba defendiendo su título como último campeón, pero que ahora debe resignarse en volver a casa temprano. Los italianos se instalaron a los cuartos de final de la Eurocopa.

España empezó el partido con el mismo once y las mismas malas sensaciones que dejó ante Croacia. Un equipo débil atrás, sin claridad de ideas en ataque, incapaz de controlar el partido en el medio. La mejor noticia fue David De Gea, que recuperó la confianza en el minuto 8 con un paradón junto al poste izquierdo a cabezazo de Pellé.

El gigantón de Italia metió el miedo en el cuerpo a España en los primeros minutos. Bajaba todos los balones divididos y sembraba la zozobra entre Ramos y PIqué. En una de esas, Giaccherini remató de chilena y el balón se fue al poste después de que De Gea volviera a salvar, con Piqué tras la línea de gol. Por si acaso, Cakir invalidó la acción por juego peligroso. Bajo un diluvio, España se estaba llevando un baño en Saint-Denis.

Pasado el cuarto de hora, a Del Bosque no le quedó otra que salir a dar voces a la banda. Peor no podía haber empezado el partido, con Juanfran fallón, Nolito equivocándose en cada jugada y el centro del campo rifando el balón en cada jugada. Morata las tenía tiesas con los centrales italianos, sobre todo con Bonucci. El partido tenía pinta de ser largo.

España se sacudió ligeramente a Italia, pero las ocasiones seguían siendo de exclusiva de la Azzurra. En el 24′, un centro de De Sciglio desde la izquierda lo remató fuera Parolo. No hubo noticias de Buffon hasta que en el 28′ Iniesta probó con un tímido remate lejano. Ramos no se marcó un gol en propia meta de milagro en un centro de De Sciglio desde la izquierda tras otra buena acción de Pellé, un tormento para el madridista.

Cumplida la primera media hora, Italia lo tenía muy claro y España era un manojo de nervios. Italia estaba mereciendo un gol. Llegó en el 33′, tras una falta de Ramos a Pelle en la frontal. Eder tiró a romper, De Gea no acertó blocar y Giaccherini fue a un rechace corto en el área pequeña. El balón terminó llegando rebotado a Chiellini, que la metió como pudo.

El tanto fue un reflejo del despropósito de partido que estaba perpetrando España en París. Italia ganaba merecidamente, por intensidad y juego. La Roja era una caricutra en manos del ejército de Conte. Un baño táctico en toda regla del míster italiano a Del Bosque, empeñado en no intervenir en nada, como si los problemas fueran a resolverse solos. Antes del descanso, otro paradón de De Gea evitó el segundo en un remate de Giaccherini que buscaba la escuadra. España tenía las maletas hechas en la puerta.

La primera medida de Del Bosque para evitarlo fue sacar del terreno de juego a un irreconocible Nolito, perdido entre los gladiadores italianos. A la arena salió Aduriz para echar una mano a Morata en una guerra que tenía perdida con la BBC defensiva. Con los violines desafinados, era el momento de tocar corneta por las bravas. El arreón de España al comienzo de la segunda parte lo notó Italia. Conte reaccionó quitando a De Rossi para meter a Motta. Más madera.

Italia tuvo la sentencia en el 55′. Eder ganó en carrera a Piqué y se plantó ante De Gea, que tapó con el cuerpo el segundo. El taconazo de Pellé desarmó otra vez a los centrales, que se pasaron todo el partido en apuros. Lo mismo que los laterales, sobre todo Juanfran por la derecha. Por delante, sin noticias de Busquets ni de Iniesta. Tampoco de Silva o Fábregas. El partido era de Parolo y Giaccherini, uno de esos jugadores italianos que se las saben todas.

A España no le llegaba la camisa al cuello mientras el reloj avanzaba hacia el final. En el 69′, Aduriz la tuvo en un remate con el interior que se marchó a la derecha de Buffon. Fue entonces cuando Del Bosque creyó conveniente sentar a Morata para dar la alternativa a Lucas Vázquez. Una decisión cuestionable. No por quien entró sino por quien salía, con Aduriz tocado tras un golpetazo. En el 82′, tuvo que marcharse por el díscolo Pedro. El hombre que descubrió problemas en el paraíso. Es lo que especifica el diario Marca de España, en su crónica.

Lucas fue la última esperanza a la que se agarró España. El agitador que necesitaba para despertar de la siesta. En el último cuarto de hora, empezó el bombardeo. Primero Iniesta y después Piqué probaron los guantes de un inédito Buffon con dos buenos disparos desde fuera del área. En el 86′, Pedro no llegó a un balón cruzado de Silva. La mejor fue para Piqué, que obligó a Buffon a vestirse de santo para salvar a Italia en el 89′. Era esa o ninguna para España.

Todo terminó poco después, con el gol de Pelle en el minuto 91′. El ariete de Italia culminó su partidazo con la puntilla para España con una gran volea.