Bogotá.– El máximo líder de la guerrilla marxista de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias ‘Timochenko’, dio inicio este sábado a la Décima Conferencia Nacional Guerrillera de esa organización bajo un discurso dirigido a la paz, a puertas de que en poco más de una semana firme con el Gobierno colombiano un armisticio para poner fin a medio siglo de lucha armada en el país.
«En esta guerra no hay vencedores ni vencidos, nuestros adversarios se han visto obligados a reconocer nuestros derechos políticos», dijo ‘Timochenko’ en un breve discurso a sus tropas, según transmitieron por televisión medios locales presentes en el lugar, en la región de los Llanos del Yarí, una zona rural del municipio de San Vicente del Caguán (sur).
Rodeado de unos 250 guerrilleros, vestidos de civil y desarmados, así como por el Secretariado (dirigencia) de las FARC, ‘Timochenko’ se dijo satisfecho de haber logrado la paz con el Gobierno colombiano y estar ahora en tránsito de convertirse en partido político.
«Si nuestros adversarios quieren pregonar que ganaron la guerra, allá ellos. Nuestra satisfacción es haber ganado la paz», dijo.
El líder guerrillero recordó que la Décima Conferencia -que se llevará a cabo hasta el próximo viernes, 23 de septiembre- se citó en cumplimiento de las decisiones tomadas en un pleno del Estado Mayor Central de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) que se realizó en marzo de 2015.
En el mismo se facultó al Secretariado y a la delegación de paz en La Habana para que una vez terminados los acuerdos con la delegación de paz del Gobierno fueran aprobados por la base social de la guerrilla a través de este cónclave.
La Conferencia Nacional Guerrillera fue creada en 1965 para tomar decisiones orientadas a la guerra y se desarrolló siempre en la clandestinidad, por lo que sólo este año fue autorizada por el Gobierno para que se realizara de manera legal bajo el tema central del tránsito de las FARC a movimiento político sin armas.
Dicho cónclave será el último de esa insurgencia como grupo armado, por lo que tras la firma del Acuerdo Final de paz con el Gobierno, el próximo 26 de septiembre, y la refrendación de los acuerdos, el 2 de octubre, estará habilitado para realizar congresos como los de los partidos políticos tradicionales.
Los debates de la Décima Conferencia se desarrollarán durante los siete días que durará el encuentro, tiempo durante el cual los participantes se dividirán por comisiones para reconocer los nuevos lineamientos de la organización, y al final, el 23 de septiembre, se darán a conocer las conclusiones.
Durante su discurso, ‘Timochenko’ destacó la voluntad del Estado colombiano para brindar plenas garantías para la realización de la Conferencia, que según él, tiene dos propósitos: el análisis y la refrendación del Acuerdo Final -para que tenga el carácter de vinculante y obligatorio para todas las estructuras de la guerrilla-, y adoptar las disposiciones políticas y organizativas para hacer el tránsito al movimiento político.
Las sesiones de la Conferencia comenzarán cada mañana desde las 08:00 horas locales hasta las 12:00 y se retomarán en las tardes entre las 14:00 y las 17:00, tras lo cual, cada día, se hará una rueda de prensa en la que se presentará a los cerca de 300 medios de comunicación presentes en el lugar las conclusiones de la jornada.
El pasado 24 de agosto el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC anunciaron que después de casi cuatro años de negociaciones en La Habana terminaron de manera exitosa los diálogos de paz para poner fin a medio siglo de guerra en el país.
Ambas partes firmarán el próximo 26 de septiembre en la ciudad de Cartagena (norte de Colombia) el protocolo del Acuerdo Definitivo de paz, y el 2 de octubre se llevará a cabo en todo el país el plebiscito por la paz, mediante el cual los ciudadanos podrán decidir si respaldan o no los acuerdos alcanzados entre el Gobierno y las FARC en La Habana.
El conflicto armado colombiano, que ha enfrentado a guerrillas, paramilitares, agentes del Estado y grupos narcotraficantes, es el más antiguo del continente y ha dejado unos ocho millones de víctimas, así como 300.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,8 millones de desplazados, según reportes oficiales. (Sputnik)