Moscú.- El nacimiento de su hijo lo marcará de por vida a Vadim Ananiev. El artista ruso debía volar en el avión militar Tu-154 que se estrelló este domingo en el Mar Negro. Sin embargo, la llegada de su primogénito, hizo que no pudiera viajar.
«Yo no volé por razones familiares: recientemente nació mi hijo, el tercero de la familia, así que me quedé en casa para ayudar a mi esposa», reconoció el artista a la agencia TASS.
A pesar de formar parte del Coro del Ejército Rojo, que iba a bordo del avión caído, Vadim reconoció que no tiene más información que la que está circulando en los medios.
«No podría decir en este momento lo que pasó. Al igual que todos los demás, obtengo la información del Ministerio de Defensa», señaló.
Por su parte, aún más peculiar es la historia de Roman Valutov.
«Cuando pasaba por la aduana me dijeron: ‘Usted se está riendo de nosotros, ¡su pasaporte caducó en julio!'». «Yo respondí que no lo sabía», relató el artista ruso.
«Usted no despegará», le comunicaron las autoridades. De regreso a su casa, se enteró de la trágica noticia y comenzó a recibir numerosas llamadas de gente cercana que quería saber «si estaba muerto o no». Destaca Infobae.
El avión siniestrado se dirigía a Siria para dar un concierto de felicitación a las tropas de Bashar al Assad. A poco de despegar, cayó en el Mar Negro.
