Más de 150 presos se fugan de una cárcel de Sao Paulo tras un motín

Sao Paulo.- Un total de 152 reclusos se fugaron de una cárcel del estado brasileño de Sao Paulo durante un motín en que los presidiarios iniciaron un incendio que se extendió a varias partes del instituto penal. Según fuentes oficiales no se registraron muertes y 90 de los presos fugados ya han sido capturados.

El suceso ocurrió este martes durante una inspección rutinaria en el Instituto Penal Agrícola de Bauru, en el interior de Sao Paulo, cuando un agente penitenciario vio a un preso que estaba comunicándose por medio de un celular, según informó la Secretaria de Administración Penitenciaria (SEAP) de Sao Paulo.

Los presos se rebelaron y quemaron colchones en un incendio que afectó a gran parte del centro penal. Mientras siete camiones de bomberos intentaban apagar el fuego, 200 detenidos se fugaron, según informó la Agencia Brasil.

El centro penal tiene una capacidad para 1.124 reclusos, pero contenía a 1.427. El Penal Agrícola de Bauru alberga a presos en un régimen semiabierto, es decir que pueden salir a trabajar durante el día.

El SEAP señaló que el grupo de intervención rápida intervino para asegurar la unidad, donde «no hubo rehenes», mientras que la policía militar actúa en la captura de los reclusos fugados y ha logrado detener a 90 internos.

«Todos los presos envueltos en este episodio y los capturados reingresaran a prisión en régimen cerrado», agregó el comunicado.

La agencia EFE informa que el presidente del Sindicato de los Agentes de Seguridad Penitenciaria (Sindasp), Daniel Grandolfo, señaló que la situación en el presidio ya fue «controlada» y resaltó que en la cárcel de Bauru solo hay internos vinculados al Primer Comando de la Capital (PCC), la mayor organización criminal del país, lo que ha evitado enfrentamientos entre reos de facciones rivales, como los ocurridos en otras prisiones de Brasil en las últimas semanas.

Los presos se amotinaron para protestar contra la «rígida disciplina» del presidio, que tiene superpoblación carcelaria, según denunció Grandolfo.

El sistema penitenciario de Brasil atraviesa una profunda crisis que se agravó el primer día del año, cuando 56 reclusos fueron brutalmente asesinados en una cárcel de la ciudad amazónica de Manaos por un enfrentamiento entre clanes rivales.

La lucha de poder entre grupos criminales se ha extendido a otras prisiones del país y en lo que va de año más de 130 presos han muerto.

En Natal, en el noreste de Brasil, los reclusos mantienen el control de la prisión de Alcaçuz desde hace 11 días y al menos 26 personas han sido asesinadas, la mayoría de ellas de la facción Sindicato do Crime do Río Grande do Norte (SDC), por órdenes del PCC.

La policía entró el pasado fin de semana para construir una barrera de contenedores con el fin de separar los clanes, que llegaron a protagonizar una batalla campal, y este martes volvió a ocupar el complejo penitenciario para realizar inspecciones.