Asunción.- Las antiguas vías del ferrocarril paraguayo, que en tiempos fue pionero en Suramérica y que hoy están en desuso, pueden volver a cobrar vida convirtiéndose en la bicisenda más grande de la región, mediante un proyecto inspirado por el ciclista paraguayo Jerónimo Buman.
El proyecto ha comenzado a tomar forma después de que Buman, un realizador audiovisual aficionado al ciclismo, recorriera a comienzos de 2017 los 370 kilómetros que separan Asunción de Encarnación (sur), la capital turística del país, valiéndose de su bicicleta y del antiguo trazado del ferrocarril, que comenzó a funcionar en 1861.
Buman rememoró para Efe ese recorrido, en el que encontró «ciudades fantasma» surgidas al paso del tren, como la villa que los ingenieros ingleses levantaron en Sapucai (centro) y desde la que diseñaron y construyeron el ferrocarril, o los paisajes agrestes de la cordillera del Yvytyruzú, en las cercanías de la ciudad de Villarrica (centro).
Por el camino también se topó con algunos tramos intransitables debido a la maleza, y puentes destruidos o en mal estado sobre arroyos y ríos.
«Algunas veces no había puentes, y tuve que cruzar apoyando la bicicleta sobre camalotes (plantas acuáticas) para que flotara. Otra vez encontré un puente de hierro que se sostenía sobre pilotes quemados, y desarmé toda mi bicicleta para pasarla, pieza a pieza, hasta la otra orilla», dijo Buman.
El ciclista registró su hazaña en videos que compartía en las redes sociales, para demostrar a la gente que era posible su sueño: convertir el histórico trazado ferroviario en el carril bici más largo de Suramérica.
«Sería la bicisenda más larga de la región. En Bogotá (Colombia) hay un carril bici muy extenso, como una telaraña que cubre toda la ciudad, pero es un camino urbano. En Paraguay, en cambio, la bicisenda atraviesa unos 44 distritos», puntualizó.
Para convertir su «hermosa locura», como él llama a su proyecto, en una realidad, Buman apuesta por implicar a los pobladores en limpiezas comunitarias del trazado de la vía, que actualmente ya no cuenta con raíles, y construir puentes y pasos con materiales reciclables.
«Encontré que ya mucha gente utiliza el antiguo trazado del tren para desplazarse a pie, en motocicleta, o en bicicleta. La idea es hacer una limpieza y arreglos para tener una alternativa segura, fluida y rápida», declaró Buman.
Cree que los habitantes de las ciudades por las que pasaría la bicisenda podrán beneficiarse del proyecto y transformarlo en una fuente de ingresos, a través de servicios de hospedaje, venta de comidas y bebidas, y alquiler y repuestos de bicicletas.
Además, el carril bici puede revitalizar el turismo en la zona, crear puestos de trabajo, y suponer una inyección económica para estas localidades, como en tiempos lo hizo el ferrocarril.
La bicisenda favorecerá además a los aficionados al ciclismo, que podrán disponer de caminos más seguros para desplazarse, ya que hasta ahora «usan las carreteras, que no tienen banquina (cuneta) y por donde los autos y los colectivos te pasan rozando», según Buman.
Su aspiración es que la bicisenda parta desde la estación central de ferrocarril en Asunción, aunque admitió que en la zona urbana «se dio prioridad a la construcción», y actualmente el trazado se encuentra ocupado.
También anhela que el carril bici conviva en un futuro con el proyecto de instalación de un tren liviano entre Asunción y la localidad de Ypacaraí (unos 40 kilómetros al este de la capital), que el Gobierno paraguayo estudia desde 2015.
Como puntapié inicial del proyecto, el ciclista convoca este sábado a una jornada de limpieza del trazado en las localidades de Luque, Areguá, Ypacaraí e Itauguá, próximas a Asunción, y planea organizar en 2018 una carrera internacional en bicicleta por la nueva ruta, que espera que esté ya despejada. EFE