Francia se prepara para una huelga nacional que podría paralizar el país por tiempo indefinido

París.-Los principales sindicatos llamaron a un paro que impactará en el subte, los trenes, aviones, aeropuertos, transporte de mercancías, refinerías y escuelas.

Francia se prepara desde el próximo martes para una huelga indefinida, que va a paralizar completamente el país, aislarlo del exterior, y afectar a todos sus sectores, en una masiva protesta contra el plan de nuevas jubilaciones del gobierno del presidente Emmanuel Macron​. Un generalizado clima de descontento, que va a capitalizar la xenófoba y populista Marine Le Pen.

Los trenes de larga distancia y suburbanos, el Metro, los controladores aéreos, los pilotos, los abogados, los trenes Eurostar, que unen Londres con París y Bruselas, camioneros, hospitales, personal aéreo, ferries, maestros, profesores y trabajadores postales, entre muchos otros sectores, se van a unir a esta protesta masiva.

Este invierno de descontento y crisis puede durar entre 4 y 30 días. Como sucedió en la crisis de 1995, están listos a durar un mes y desabastecer completamente a las grandes ciudades francesas, con el bloqueo de rutas y la falta de combustible.

En 1995 y bajo el gobierno del primer ministro Alain Juppé, una huelga de transporte inmovilizó al país por las protestas de una reforma de pensiones. El movimiento paralizó a Francia todo el mes de noviembre y diciembre hasta que Alain Juppé cedió.

El presidente Emmanuel Macron parece decidido a mantenerse en su plan. El primer ministro Edouard Philippe insistió en que el gobierno va a persistir en su intento de abolir “los regímenes especiales”.

Philippe esta listo a hacer un compromiso entre “una inmediata y brutal transición” que hará a las reformas aplicables a la gente nacida desde de 1963 y ”la cláusula de los abuelos”, que va a afectar a aquellos que entren al mercado laboral desde el 2025.

“El sistema de solidaridad corporativa no es adaptado a estos tiempos y época y ha creado injusticias” dijo.

Los ferroviarios lo van a resistir. Los pilotos de aerolíneas y los abogados también porque no quieren que sus fondos de pensión, que están en buen estado y sanos, desaparezcan en un pozo común. El resto de los franceses deben retirarse a los 62 años.

Habrá movilizaciones y se teme la conjunción de la CGT, los Chalecos Amarillos, los Anarquistas de los Blacks Block y los casseurs o hooligans en la calle. La policía teme violencia y tener que desplazar efectivos cuando Europa está en alerta ante el temor a nuevos atentados después de los ataques en Londres y La Haya.

El mecanismo es el de una huelga reconducida: se vota todos los días y se decide si continúa o no. Francia será paralizada completamente, como fue en 1995 por seis semanas. Y sobre todo, desabastecida. No llegarán los alimentos y los remedios a las ciudades porque bloquearán las rutas.

La compra compulsiva en los supermercados para prepararse y resistir ya se ha iniciado desde el fin de semana. Los padres no tienen donde dejar a los chicos para ir a trabajar porque muchos guarderías se suman al movimiento de fuerza. Los empleados se han organizado en el “covoitourage” para compartir vehículos, han pedido alojamiento en casas de amigos o recurrido al sistema de Airbnb para compartir departamentos entre ellos.

Philippe Martínez, el líder de la Confederación General del Trabajo, la más amplia y antigua de las centrales obreras, anunció que la huelga será “masiva”. “El presidente está tratando de dividir a Francia pero las reformas van a afectar a todos», dijo.

La SNCF, que es la compañía ferroviaria, está planeando usar un “pool de conductores de elite a los que pagará entre 1000 y 1500 euros más que sus colegas, «para romper la huelga». De todas maneras no se espera que los trenes funcionen, salvo el servicio obligatorio mínimo.