BCP baja proyección de PIB en -3,5% para el cierre de este año

Asunción, Agencia IP.- El Banco Central del Paraguay (BCP) presentó su última proyección del Producto Interno Bruto (PIB) que se daría en el orden de -3,5%, inferior en un punto porcentual a la proyección del mes de abril (-2,5%) para el cierre del 2020.

El boletín remitido por el BCP, detalla que esta proyección responde a las predicciones de la evolución de la pandemia de la covid-19, la severidad y velocidad de su impacto en la actividad económica y las medidas de confinamiento necesarias para su contención, factores que están golpeando más de lo previsto a la economía nacional.

En este escenario se produjeron cambios significativos en las proyecciones de crecimiento mundial. Paraguay tampoco ha escapado a este hecho, previéndose para el 2020 la mayor contracción económica en décadas, aunque el país será uno de los menos afectados en términos de crecimiento por esta pandemia.

Con el objetivo de demorar los picos de contagio de la enfermedad y preparar al sistema sanitario con recursos adecuados para afrontar la covid-19, las autoridades han implementado una cuarentena inteligente, la cual, sumada al paquete de medidas monetarias y fiscales, buscan proteger a hogares y empresas, minimizando las pérdidas derivadas de un inevitable declive económico.

Al igual que el informe de la revisión del mes de abril, la actual revisión presenta un elevado grado de incertidumbre y singularmente compleja, dado que supone factores que escapan al análisis estrictamente económico.

En principio, los indicadores de alta frecuencia prevén una retracción significativa en el segundo trimestre, considerando que la mayor caída de la actividad se registró en abril, cuando el  Índice de Actividad Económica del Paraguay (Imaep) arrojara una tasa negativa en torno al 14%.

La evolución de la enfermedad y el ritmo del contagio condicionan el repliegue de las medidas sanitarias y el avance de fases. Sumado a esto, una vez retirada la cuarentena, no se puede descartar nuevas olas de contagio, así como es incierta la restitución inmediata del consumo o el repunte vigoroso de los distintos sectores económicos.

Tomando en cuenta estos elementos, se espera que la tasa de crecimiento del PIB para el 2020 sea del orden de -3,5%, inferior en un punto porcentual a la proyección del mes de abril (-2,5%).

Asimismo, se espera, el inicio de una recuperación de la economía en el tercer trimestre y su velocidad dependerá, entre otras cosas, del alcance del Plan de Reactivación Económica “Ñapu’â Paraguay” presentado por el Ejecutivo en el Congreso de la Nación y de la evolución de los contagios de la covid-19 dentro de márgenes que sean compatibles con la infraestructura de los servicios de salud.

El entorno internacional ha estado marcado por el avance de la pandemia de la covid-19. Las estimaciones de crecimiento han sido nuevamente corregidas a la baja, tanto por agencias privadas como por organismos internacionales, previendo una caída de la actividad económica mundial más profunda que la registrada durante la Gran Recesión.

Las medidas económicas y sanitarias han tenido resultados diversos a nivel mundial, en Europa se ha notado una reducción de los nuevos casos de covid-19, pero los efectos en la producción industrial siguen siendo negativos.

En Estados Unidos se continúan incrementando los nuevos casos, especialmente en el sur, pero se han mitigado los efectos en el empleo, mientras que en América Latina se ha notado una caída en la actividad económica y un acelerado aumento de los casos.

Asimismo, los precios internacionales de las materias primas se han reducido durante el segundo trimestre, sin embargo, se perciben señales de recuperación en el margen. En América del Sur, el panorama económico y sanitario se ha deteriorado en el segundo trimestre del año. Esto ha sido acompañado por una gran depreciación de las monedas de la región frente al dólar americano y por una posición más acomodaticia por parte de los bancos centrales de la región.

Finalmente ante este escenario, las autoridades monetarias a nivel internacional continúan adoptado una posición más laxa y han hecho uso de instrumentos no convencionales para garantizar la liquidez del mercado.