Asunción, Paraguay, Agencia IP.- Con el apoyo financiero de la Itaipu Binacional, ya fueron sembradas 6.917 hectáreas en el marco del Proyecto “Desarrollo Integral de la Agricultura Familiar Paraguaya” (Diafpa). El emprendimiento registra una ejecución del 60% y la siembra posibilitará la generación de renta para 5.078 labriegos de seis departamentos del país.
Técnicos de la unidad de Geoprocesamiento de la División de Apoyo Operacional de la Entidad fiscalizan periódicamente el desarrollo de los trabajos agrícolas.
De acuerdo con el informe técnico actualizado que elaboró la Oficina de Proyectos de las Naciones Unidas (Unops), de las 6.917 hectáreas sembradas, más de 4.296 corresponden al rubro de sésamo; 2.564 al maíz y 56 a soja.
La Unops, conjuntamente con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), asesoran a los agricultores de los departamentos de San Pedro, donde se cultivaron más de 3.017 hectáreas; Concepción (1.925 hectáreas sembradas); Canindeyú (537); Caazapá (149); Caaguazú (980) y Alto Paraná (307).
Cabe señalar que, del total de 5.078 beneficiarios con este proyecto de asistencia integral, el 43,7% está compuesto por mujeres y el 56,3% por varones. María Estigarribia, de la Colonia Vy’a Renda de Yrybucuá (San Pedro), conforma una organización con otras 34 mujeres y llevan comercializados más de 7.000 kilos de sésamo de forma conjunta. Este logro es producto de la siembra mecanizada del rubro a través del Proyecto Diafpa.
En la localidad de Capiibary, también del segundo departamento, fueron adjudicadas 68 hectáreas de maíz a razón de una hectárea por familia. El monitoreo de los técnicos de la Dirección de Extensión Agraria (DEAg) del MAG, Unops e Itaipu evidencia muy buen desarrollo vegetativo del cultivo. Se estima que los beneficiarios puedan cosechar entre 4.000 y 4.500 kilos por hectárea.
Por su parte, el Comité San Francisco del Asentamiento Tierra Prometida, en Nueva Germania, situado en San Pedro, realiza el cultivo de soja y ha logrado un rendimiento de 4.500 kilos por hectárea en 14 hectáreas.
Aproximadamente, el 50% de los beneficiarios utilizarán la producción para alimentar a sus animales (aves, cerdos y vacas). Otro grupo optará por la venta de toda la producción. El rastrojo del maíz en verde (choclo) será utilizando para consumo animal, según explicaron los productores.