La Paz.- Jeanine Áñez, pasó de ser una senadora de derechas casi desconocida a convertirse en 2019 en presidenta interina de Bolivia en una sesión legislativa atípica tras la salida de Evo Morales. Con Biblia en mano juró recomponer el destino del país donde hoy está detenida por “sedición y terrorismo”.
Por la Agencia EFE
En noviembre de ese año, esta abogada de 53 años, ferviente opositora de Morales, prometió nuevas elecciones a la brevedad. Sin embargo fue un año después, tras el aplazamiento de dos elecciones y con la pandemia de coronavirus como telón de fondo, que dejó el poder en noviembre de 2020 tras la victoria de Luis Arce, del mismo partido de Morales.
Quien fuera la segunda mujer en la historia de Bolivia en alcanzar el cargo de presidenta, reconoció su derrota frente a los rivales de izquierda que un año antes creía que no volverían a recuperar el poder.
”Felicito a los ganadores y les pido gobernar pensando en Bolivia y en la democracia”, dijo Áñez.
Pero hoy está detenida bajo cargos que se desprenden de una investigación por conspiración en un supuesto golpe de Estado que llevó a la sublevación de la Policía en medio de la convulsión social que terminó con la renuncia y posterior exilio de Evo Morales en noviembre de 2019.
”Denuncio ante Bolivia y el mundo, que en un acto de abuso y persecución política el gobierno del MAS [gobernante Movimiento Al Socialismo] me ha mandado arrestar. Me acusa de haber participado en un golpe de estado que nunca ocurrió. Mis oraciones por Bolivia y por todos los bolivianos”, dijo Áñez en Twitter.
Una semana de derrotas
La exmandataria, quien fuera también presentadora de televisión, residía en la ciudad de Trinidad, capital del departamento amazónico de Beni (noroeste), donde fue aprehendida por la policía al existir una orden firmada por dos fiscales de La Paz.
El domingo pasado Áñez había postulado a la gobernación del Beni en las elecciones locales, pero alcanzó el tercer puesto con el 13% de los votos.
Tras la derrota, sin detalles prometió que seguiría impulsando “las oportunidades y el bienestar para las familias benianas”.
Sin embargo el viernes, tan pronto se enteró de que pesaba sobre ella una orden de captura, dijo que era víctima de una mentira y justificó la “sucesión constitucional debido a un fraude electoral” de noviembre de 2019. EFE