Asunción, Agencia IP.- La Reserva de Biósfera Itaipu (RBI) desarrolla programas de educación ambiental que impulsan la acción de las comunidades como protagonistas, mediante la adquisición de conocimientos, competencias, actitudes y valores necesarios para construir un futuro sostenible.
La educación ambiental para la sostenibilidad, adoptada como estrategia en la RBI, supone la inclusión de las cuestiones esenciales para el desarrollo sostenible en la enseñanza y el aprendizaje; por ejemplo, el cambio climático, la reducción de riesgos de desastres, la biodiversidad, la reducción de la pobreza y el consumo sostenible.
También implica métodos participativos de enseñanza y aprendizaje que motiven y capaciten a los educandos para el cambio de conductas a fin de generar una predisposición hacia el desarrollo sostenible.
La educación ambiental para la sostenibilidad promueve el pensamiento crítico, el diseño de escenarios futuros y la adopción de decisiones colaborativas para mejorar las condiciones de vida en el territorio.
Las acciones impulsadas por Itaipu Binacional para fortalecer la educación ambiental en la RBI abarcan campañas de arborización en distintas localidades, charlas de sensibilización, preparación de huertos medicinales, cursos de formación, así como la elaboración y difusión de materiales didácticos, entre otras. La implementación de estas iniciativas es apoyada por la División de Educación Ambiental, la División de Acción Ambiental y la División de Áreas Protegidas de la Entidad, además del protagonismo de las comunidades del área de la Reserva de Biósfera en la concreción de las referidas capacitaciones.
La Reserva de Biósfera Itaipu cuenta con una superficie de más de un millón de hectáreas en los departamentos de Alto Paraná y Canindeyú, en la zona de influencia del embalse de la hidroeléctrica paraguayo-brasileña.
La Unesco aprobó el ingreso de Itaipu en la Red Mundial de Reservas de Biósfera en junio del 2017. Las Reservas de Biósferas persiguen soluciones para conciliar la conservación de la biodiversidad con su uso sostenible, el desarrollo económico, la investigación y la educación. Se consolidan como sitios de apoyo a la ciencia al servicio de la sostenibilidad.