Londres.-El Reino Unido anunció este jueves que impuso la congelación de activos al propietario del club de fútbol Chelsea, Roman Abramovich, y a Igor Sechin, el director ejecutivo del grupo petrolero ruso Rosneft, además de otros cinco oligarcas rusos.
En total, Londres dijo que las siete figuras añadidas a la lista de sanciones por sus conexiones con el presidente ruso Vladimir Putin tenían un patrimonio neto colectivo de 15.000 millones de libras (19.740 millones de dólares).
“No puede haber refugios seguros para quienes han apoyado el vil asalto de Putin a Ucrania”, dijo el primer ministro británico, Boris Johnson.
“Las sanciones de hoy son el último paso en el apoyo inquebrantable del Reino Unido al pueblo ucraniano. Seremos implacables a la hora de perseguir a quienes permiten la matanza de civiles, la destrucción de hospitales y la ocupación ilegal de aliados soberanos.”
“Los oligarcas y los cleptócratas no tienen cabida en nuestra economía ni en nuestra sociedad. Con sus estrechos vínculos con Putin, son cómplices de su agresión”, afirmó la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss.
Esta medida pone en duda la capacidad de Abramovich para vender ahora el club de fútbol, como había anunciado en los últimos días. El gobierno británico estimó su patrimonio neto en 9.400 millones de libras (11.100 millones de euros, 12.200 millones de dólares), pero dijo que estaba mitigando el efecto de las sanciones sobre el Chelsea al permitir que el club siguiera operando.
Una licencia especial “autoriza una serie de actividades relacionadas con el fútbol”, dijo el gobierno en un comunicado. “Esto incluye permisos para que el club siga jugando partidos y otras actividades relacionadas con el fútbol, lo que a su vez protegerá a la Premier League, a la pirámide futbolística en general, a los aficionados fieles y a otros clubes”, añadió.
Los legisladores británicos han hecho crecientes llamamientos para que se tomen medidas contra Abramovich y otros oligarcas rusos, con críticas de que el gobierno de Johnson no se estaba moviendo lo suficientemente rápido en comparación con la Unión Europea y Estados Unidos.
Los otros añadidos a la lista son Oleg Deripaska, que tiene participaciones en En+ Group, Dmitri Lebedev, presidente del Banco Rossiya, Alexei Miller, director general de la empresa energética Gazprom, y Nikolai Tokarev, presidente de la empresa estatal rusa de oleoductos Transneft.
Deripaska es un ex socio comercial de Abramovich, mientras que los funcionarios describen a Sechin como la “mano derecha” del presidente ruso Vladimir Putin.
Hasta ahora, el Reino Unido ha congelado los bienes de nueve oligarcas rusos, entre ellos Kirill Shamalov, exyerno del presidente ruso, Vladímir Putin; Denis Bórtnikov, vicepresidente del banco VTB; Elena Georgieva, presidenta de Novikombank; y Gennadi Timchenko, multimillonario amigo de Putin.
Pero la lista de quienes han escapado hasta ahora las sanciones es mucho más larga. Y en ella figura un nombre que produce especial estupor entre los activistas anticorrupción: el de Evgueni Lebedev, multimillonario hijo de un exagente de los servicios rusos de inteligencia, que compró el vespertino londinense Evening Standard en 2009.
Lebedev encarna como nadie la promiscua relación entre el dinero ruso y la política británica, pues fue nominado por el propio Boris Johnson en 2020 para ocupar un escaño vitalicio en la Cámara de los Lores. Pese a que los servicios de seguridad británicos recelaban de Lebedev, ello no impidió que el primer ministro le recompensase con el ingreso en la cámara alta como agradecimiento por la intensa campaña a favor de su elección como alcalde de Londres que hizo su periódico.
Por lo que pudiera venir, el magnate usó las páginas del vespertino esta semana para hacer un llamamiento a Putin para detener la guerra. “Como ciudadano ruso, le suplico que los rusos dejen de matar a sus hermanos y hermanas ucranianos. Como ciudadano británico, le pido que le evite a Europa la guerra”, escribió Lebedev.Infobae.