Asunción, Agencia IP.- La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de la ciudad de San Lorenzo, en el departamento Central, será la primera en el país en realizar el tratamiento integral de los efluentes cloacales. Esta obra actualmente se encuentra en etapa final de construcción.
Su diseño y tecnología permitirán un completo filtrado y depuración de los residuos colectados a través de la red de alcantarillado sanitario, informó el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
El ciclo arrancará con una fase de pretratamiento –o tratamiento preliminar-, durante la cual los residuos sólidos serán filtrados mediante un sistema mecanizado de rejas, que los irá reteniendo. A continuación, se eliminarán la arena y las grasas, en un proceso de separación realizado en el desarenador/desengrasador.
Una vez libres de estos elementos, los efluentes cloacales recibirán un tratamiento para procesar la materia orgánica, a través de reactores anaeróbicos, filtros biológicos y decantadores. Superada esta fase, serán sometidos a una desinfección, antes de su vertido al arroyo San Lorenzo.
La nueva PTAR reemplazará a la existente anteriormente, donde el proceso de depuración de los afluentes cloacales se realizaba mediante lagunas de oxidación o estabilización. El sistema estaba compuesto de tres lagunas, dispuestas en serie. La primera de ellas, denominada facultativa, y las otras dos, de maduración.
Capacidad superada. Construida en 1978, tenía capacidad para brindar el servicio a unas 7.000 viviendas. Sin embargo, a la luz del número de conexiones domiciliarias identificadas, servía a un total de 25.000. Estos datos dan cuenta de un nivel de capacidad totalmente superado, cuya consecuencia era el colapso permanente de los registros de las redes cloacales de la ciudad.
La infraestructura de saneamiento en construcción en la ciudad universitaria incluye, además de la PTAR, cuatro estaciones de bombeo, la rehabilitación de 24 kilómetros de tuberías de alcantarillado sanitario, y la instalación de 110 kilómetros de nuevas tuberías.
Una vez en funcionamiento, el sistema evitará que el arroyo de la ciudad siga recibiendo descargas altamente contaminantes, que lo han degradado severamente. Esto, a su vez, impactará de manera positiva en toda la cuenca del emblemático lago Ypacaraí –seriamente afectado por la contaminación-, de la cual forma parte, como afluente del arroyo Yuquyry.
Como resultado de todo lo mencionado, mejorarán también las condiciones ambientales del entorno, así como los indicadores de salud y calidad de vida de las personas residentes en el área de influencia de las obras.