Asunción, Agencia IP.- Yaguarón honró este lunes 15 de julio del 2024, como cada año, a su Santo Patrono San Buenaventura, con la misa central que se inició a las 09:05 y concluyó a las 10:35 horas, presidida por el Obispo de la Diócesis de Carapeguá, monseñor Celestino Ocampo.
A pesar del frío, con intermitentes lloviznas, los feligreses asistieron con entusiasmo a la celebración que ha sido el momento culmen de las patronales que se iniciaron el 5 de julio. “Después de Caacupé e Itá, está Yaguarón. Ocupamos el tercer lugar entre las patronales más importantes del Paraguay”, asegura Alcides Ruíz Díaz (49), comunicador, director de Regional TV de Yaguarón. “Todos los medios locales hemos transmitido la misa central, y acompañado estos 11 días de fiesta”, señaló.
A apenas 48 kilómetros al sur de Asunción, Yaguarón tiene una serie de riquezas que atrae a propios y extraños. El templo de San Buenaventura, con sus tallas de arte barroco franciscano – guaraní, es un patrimonio nacional.
“Hemos arrancado el 5 de julio, despertando a la población con petardos. Todos los que pueden se unen a la caravana, con motos, bicicletas, autos y toda la flota de buses que pone a disposición la empresa local llamada San Buenaventura. El recorrido es el de siempre. El Santo Patrono, representado por su imagen, sale del templo y va hasta la divisoria con la ciudad de Itá. De allí vuelve, atravesando la ciudad, hasta la divisoria con la ciudad de Paraguarí.´”, señala Alcides “De allí sube por la avenida central que lleva el nombre de San Buenaventura, hasta llegar nuevamente al Templo. El recorrido muestra la devoción de los yaguaroninos, con cantos devocionales, oraciones pidiendo la intercesión del Santo para los habitantes de la bella ciudad, y en todo momento acompañados por los instrumentos de viento y percusión de la Bandita de Paraguarí.
“En la tarde del 5 de julio comienza el novenario que dura hasta el 13 de julio. Cada día, vienen sacerdotes de todo el departamento de Paraguarí como celebrantes invitados. Todas las misas son transmitidas por los medios locales y están en YouTube, para los yaguaroninos dispersos por el mundo.
Festivales
Los feligreses donan todo lo necesario para el Festival en Homenaje a San Buenaventura que se realiza en el Patio de la Cultura frente a la Municipalidad de Yaguarón. Son ocho noches de fiesta, con artistas locales, nacionales e internacionales. Todo es gentileza de los fieles, en cumplimiento de promesas, o por mera devoción. Muchos de los benefactores prefieren permanecer anónimos. El domingo 7 se inicia el festival, todos los años y termina en la víspera, 14 de julio. Ni la llovizna ni el frío, afecta al multitudinario público en todas las ediciones.
Llegan de muchas partes en esta época del año, los yaguaroninos: Los residentes en Asunción, Ciudad del Este, Encarnación; también de Argentina y España. “Este año entrevisté a un español casado con una paraguaya. El mismo testimonió sobre lo fascinante que es vivir las patronales de Yaguarón, con su gastronomía, juegos, fiestas, festivales y actos religiosos. Además del entorno de naturaleza, el cerro con la huella de Santo Tomás, los museos, el templo y las leyendas que caracterizan a Yaguarón», indicó Alcides Ruíz Díaz.
Tradiciones
Don Luis Rodríguez Recalde (90), su esposa Juliana Lugo de Rodríguez, y el hermano de don Luis, ya fallecido, Gilberto «Chiquilín» Rodríguez, donaron un gran predio para que se continúe la centenaria tradición de la corrida de toros en honor a San Buenaventura. Sólo pusieron una condición expresa en documento: que las fiestas permitan la participación de todo el pueblo, incluyendo aquellos con menor capacidad económica. Por eso, el palco güy, la parte baja del lugar del espectáculo, está reservado para aquellos que no pagan entradas, mientras que los sectores “vip” tienen un costo que va para otros servicios de la comisión pro patronales.
“Este 15 de julio, a las 05:00 horas, estuve en ex Pindoty, en las afueras de la ciudad, desde donde hace muchísimos años, la familia Rodríguez – Lugo continúa la tradición de la Corrida de Toros en homenaje a San Buenaventura. A esa hora desayunamos un caldo avá. Además, había batiburrillo, mandioca, guiso de hígado y otras comidas típicas.”, indicó Alcides. Además aclaró que las corridas de toros en nuestro país, de tradición franciscana, no implican violencia con los animales. “Más bien son malabares jocosos de los toreros; no se los golpea, ni hinca”, manifiesta. Don Julián Silva, que forma parte de la comisión pro fiestas patronales desde hace más de 40 años, es el que lleva al toro, ya preparado para estos espectáculos.
La comida es abundante, libre y gratuita en el “kora”. Este año, los ganaderos de la zona donaron siete animales vacunos para el asado y las comidas derivadas. Además de Don Luis y doña Juliana, desde hace casi 50 años, existen pobladores que donan su tiempo para las patronales. Algunos son el profesor Arnaldo Alcides “Lalo” Ochoa, Benicio Ramón Melgarejo, y los miembros de la Asociación de Jinetes San Buenaventura de Yaguarón.
San Buenaventura
El verdadero nombre de San Buenaventura fue Juan de Fidanza. Oriundo del pueblo de Bagnoreggio, Italia, educado en Francia. Cuando tenía 4 meses enfermó gravemente y su madre desesperada lo presentó a Francisco de Asís, quien lo alzó en brazos, apretándolo a su pecho le dijo: ¡Buena ventura!, sinónimo de buena suerte, salud.
El niño, con este gesto, se curó inmediatamente. Cuando grande, su madre le relató ese milagro y fue una de las razones por la que abrazó el sacerdocio y adoptó para su nombre religioso Buenaventura. Es considerado uno de los santos más intelectuales de la Iglesia. Falleció el 15 de julio de 1274.
Recuerdos perennes
Ana Carmen Espinosa (64), nacida en Yaguarón y hoy residente en Asunción, es comunicadora y docente universitaria. Su hermano Nicodemus Espinosa, es artista plástico, su hermana Sara, periodista y María Antonieta es jubilada bancaria. Ana Carmen, se emociona al recordar a su madre Leopoldina González viuda de Espinosa, yaguaronina, que falleció en junio del 2019 a sus 100 años. «El día de San Buenaventura con mi madre y mis hermanos era inolvidable. Antes se celebraba la fiesta el día 14. Luego se cambió al 15. Mamá nos confeccionaba vestidos nuevos del color de la capa del Santo, granate. Cerrábamos la casa y nos íbamos todos a la misa. En aquellos tiempos la procesión se hacía luego de la misa. Salía la imagen y era todo algarabía con la música de la bandita de la Artillería de Paraguarí. ¡Enamoradas estábamos de nuestro Santo Patrono!. Tenía las facciones muy bellas. Las tallas con los rostros más hermosos están en el templo de San Buenaventura de Yaguarón. La figura actual es otra, muy linda también», relata Ana Carmen.
«Después de la misa, presenciábamos los juegos de sortija y toro ñaró. No nos perdíamos la calesita y sí o sí veníamos con nuestros souvenires, ollitas de ñai´u (barro). Cuando nos hicimos señoritas, íbamos a la fiesta, donde amanecíamos bailando en honor al Santo Patrono. Íbamos con mi hermana Sarita y las seis hermanas Villalba». Ana Carmen cuenta que cada año la fiesta se fue haciendo más grande.