Washington.-Antony Blinken y Benjamin Netanyahu debatieron sobre la última discrepancia clave que traba un posible cese del fuego entre israel y Hamas. El premier israelí no quiere ceder el control militar del Corredor de Filadelfia -que comunica Gaza con Egipto-, una decisión política que es resistida por el secretario de Estado, su propio Gabinete de Guerra y la organización terrorista.
“Si Hamas insiste con la retirada total del Corredor de Filadelfia, no hay acuerdo”, dijo Netanyahu a sus negociadores antes del encuentro con Blinken, que sucedió en Jerusalem y se extendió por tres horas.
Si hubiera una tregua en Gaza ajustada a la iniciativa propuesta por Joseph Biden en mayo, la extrema vigilancia del Corredor de Filadelfia tiene una importancia relativa. En la primera fase del cese del fuego se prioriza la libertad de los rehenes y el ingreso de la ayuda humanitaria a la zona de combate. La retirada de ciertas tropas del Corredor no debería afectar la seguridad de Israel.
El corredor tiene 14 kilómetros, une la Franja con Egipto, y es utilizado por Hamas para contrabandear armas, explosivos, alimentos e insumos médicos. El Gabinete de Guerra que asesora a Netanyahu y la Casa Blanca asumen su importancia logística para Hamas, pero consideran que es más significativo fijar la tregua, obtener la libertad de los rehenes y aplacar la crisis humanitaria en Gaza.
Blinken desplegó estos argumentos para convencer al premier israelí, que le contestó con un comunicado público que ratificó la postura que exhibió durante su cónclave con el secretario de Estado.
“El Primer Ministro reiteró el compromiso de Israel con la actual propuesta estadounidense sobre la liberación de nuestros rehenes, que tiene en cuenta las necesidades de seguridad de Israel, en las que insiste firmemente”, sostiene el comunicado oficial.
La puerta de uno de los túneles del Corredor de Filadelfia que comunica Gaza con Egipto. Los túneles son utilizados por Hamas para abastecerse de armas, comida, alimentos e insumos médicos
La puerta de uno de los túneles del Corredor de Filadelfia que comunica Gaza con Egipto. Los túneles son utilizados por Hamas para abastecerse de armas, comida, alimentos e insumos médicos
Además de acotar las diferencias entre ambos enemigos, Blinken tenía en agenda solicitar a Netanyahu y a Qatar -que negocia por Hamas y Hezbollah- la eventual suspensión de los operaciones militares y terroristas en Gaza, el Líbano e Israel. Sin ataques contrapuestos, se podría avanzar a otro velocidad para cerrar una tregua que involucra a los países más poderosos de Medio Oriente.
“Es un momento decisivo, probablemente la mejor y tal vez la última oportunidad para devolver a los secuestrados a casa, para lograr un alto el fuego”, sostuvo Blinken antes de iniciar su reunión con el presidente israelí, Isaac Herzog.
Los terroristas de Hamas, Hezbollah y la Jihad Islámica continuaron con su agenda. Hace pocas horas, la policía israelí confirmó que Hamas y la Jihad islámica habían intentado cometer un ataque en Tel Aviv con una mochila repleta de explosivos. Una falla en el dispositivo hizo que la bomba estallara antes y matara al terrorista a cargo del atentado.
Cuando concluyó su encuentro con Netanyahu, el secretario de Estado viajó hasta Tel Aviv para reunirse con Yoav Gallant, ministro de Defensa de Israel. Blinken y Gallant tienen relación fluida y comparten la necesidad de cerrar la tregua al margen del control militar del Corredor Filadelfia.
Netanyahu y Gallant ya chocaron respecto a la estrategia bélica y diplomática para resolver el conflicto en Gaza, y ayer las diferencias se profundizaron cuando se debatió la negociación con Hamas en el Gabinete de Guerra de Israel. Gallant insistió con pactar la tregua para liberar a los rehenes y reducir la presencia militar en el corredor hasta avanzar a una segunda fase del cese del fuego.
Al margen del Corredor de Filadelfia, Israel y Hamas todavía no se pusieron de acuerdo sobre los rehenes civiles y los presos palestinos que serían liberados. En principio, Hamas soltaría a mujeres cautivas, ancianos y heridos a cambio de 350 palestinos acusados de terrorismo.
La negociación está trabada en la lista definitiva de los secuestrados judíos que serán liberados y la nómina de terroristas que pretende Hamas. Israel quiere tener una prueba de vida antes de cerrar el trato, mientras que la organización financiada por Irán presiona para liberar a sus fedayines más involucrados en ataques contra blancos israelíes.
Cuando concluya su gira por Israel, Blinken volará hacia el Cairo para completar su agenda por Medio Oriente.Infobae.