Madrid.-La abrasadora ola de calor que azota el sur de Europa continúa este lunes. Las autoridades emitieron alertas sanitarias y avisos de incendio mientras las temperaturas superan los 40 grados Celsius en múltiples países y los expertos advierten que el calor extremo se ha convertido en “la nueva normalidad”.
España, Portugal, Italia, Francia y Turquía llevan días sufriendo una canícula que ha dejado picos de temperatura de hasta 46 grados Celsius, mientras un domo de calor se extiende desde Francia hasta Turquía, con pronósticos que sugieren que otros países enfrentarán condiciones aún más severas en los próximos días.
“El calor extremo ya no es un evento raro, se ha convertido en la nueva normalidad”, tuiteó el secretario general de la ONU, António Guterres, desde Sevilla, España, donde las temperaturas se esperaba que alcanzaran los 42 grados Celsius el lunes por la tarde. Reiterando sus frecuentes llamamientos a la acción para combatir el cambio climático, Guterres añadió: “El planeta se está calentando y es cada vez más peligroso; ningún país es inmune”.
En España se reportó el sábado la temperatura más alta desde que se tienen registros. El mercurio alcanzó los 46 grados Celsius en El Granado, en la comunidad sureña de Andalucía, superando la máxima anterior de 45,2 grados registrada en Sevilla en junio de 1965, según la Agencia Estatal de Meteorología.
“El calor que hace no es normal para las fechas que estamos”, comentó Diego Radamés, un fotógrafo de 32 años en Madrid, donde el mercurio rozó los 40 grados.
Varias zonas de la mitad sur de Portugal, incluida la capital Lisboa, están en alerta roja con temperaturas que se pronostica superen los 42 grados Celsius. Las autoridades portuguesas emitieron avisos rojos de calor para siete de 18 distritos, con casi todas las áreas del interior en alto riesgo de incendios forestales.
En las calles de Lisboa, vecinos y turistas intentan protegerse como pueden. “Aconsejamos a la gente que se mantenga al fresco, pero aún así hemos tenido casos de golpes de calor y quemaduras”, dijo a la AFP la farmacéutica Sofia Monnteiro.
En Italia, el Ministerio de Salud colocó 21 ciudades bajo su alerta nivel tres “roja”, que indica “condiciones de emergencia con posibles efectos negativos” tanto en personas sanas y activas como en ancianos, niños y enfermos crónicos de riesgo. Entre las ciudades en alerta máxima se encuentran Milán, Venecia, Florencia, Roma y Nápoles.
Los casos de golpe de calor se incrementaron un 10% en los servicios de urgencias de los hospitales italianos, “sobre todo en ciudades que no sólo tienen temperaturas muy altas, sino también una tasa de humedad más elevada”, indicó Mario Guarino, vicepresidente de la Sociedad Italiana de Medicina de Urgencias.
Las principales víctimas son “ancianos, enfermos de cáncer o personas sin hogar, que presentan deshidratación, insolación y fatiga”, afirmó Guarino.
Ante esta situación, Bolonia abrió “refugios climáticos” para la población y la municipalidad de Ancona repartió deshumidificadores. En Roma, los mayores de 70 años pueden ir gratuitamente a las piscinas públicas, mientras turistas buscan sombra cerca del Coliseo y la Fontana di Trevi.
Los gobiernos regionales del noroeste de Liguria y el sur de Sicilia impusieron restricciones al trabajo al aire libre, como construcción y labores agrícolas, durante las horas de máximo calor.
En Francia, que se encontraba casi completamente sofocante bajo la ola de calor el lunes y donde el aire acondicionado sigue siendo relativamente raro, 84 de los 95 departamentos del país están en aviso naranja, con temperaturas que podrían superar los 40 grados en algunos puntos: algo “nunca visto” en el país, según la ministra de Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher.
Las autoridades locales y nacionales están haciendo esfuerzos adicionales para cuidar a personas sin hogar, ancianos y trabajadores al aire libre.
“Nuestro apartamento es un infierno. Vivimos en la oscuridad total, es un horno”, comentó la AFP Evan Bernard, que intentaba pasar la ola de calor lo mejor posible junto a su hijo de 18 meses a la sombra de los pinos, cerca de un lago al norte de Burdeos.
Algunos turistas están posponiendo actividades al aire libre. “Íbamos a hacer un tour en bicicleta hoy, pero decidimos no hacerlo porque iba a estar muy caluroso”, dijo Andrea Tyson, de 46 años, quien visitaba París desde New Philadelphia, Ohio.
En Turquía, incendios forestales avivados por fuertes vientos dañaron algunas casas de vacaciones en la región de Doganbey en Izmir y forzaron el cierre temporal del aeropuerto de Izmir, reportó la agencia estatal Anadolu. Las autoridades evacuaron cuatro pueblos como precaución.
En el sur de Alemania, se esperaban temperaturas de hasta 35 grados Celsius el lunes, con pronósticos de que aumenten gradualmente hasta mediados de semana, llegando hasta 39 grados el miércoles. Algunos pueblos y regiones alemanas impusieron límites sobre cuánta agua puede extraerse de ríos y lagos.
Los expertos advierten que las olas de calor serán cada vez más frecuentes e intensas debido al cambio climático. Un estudio publicado el año pasado en Lancet Public Health destacó el creciente riesgo de muertes relacionadas con el calor, prediciendo que estas podrían cuadruplicarse para mediados de siglo bajo las políticas climáticas actuales.
El calor también está atrayendo especies invasoras propias de climas más cálidos. El Instituto Italiano de Protección e Investigación Medioambiental instó esta semana a pescadores y turistas a informar si ven cuatro especies venenosas “potencialmente peligrosas” que ya se han detectado en aguas del sur de Italia.
Se esperan nuevos máximos el miércoles antes de que las lluvias pronosticadas traigan alivio a algunas áreas más tarde esta semana.Infobae.