Palabras del Embajador José Han en la Conferencia Taiwán Paraguay 68
Constituye para mí un gran honor y un verdadero placer organizar esta conferencia conmemorativa con motivo del 68º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República de China (Taiwán) y la República del Paraguay. Agradezco profundamente a todos ustedes por acompañarnos hoy.
Desde el 12 de julio de 1957, nuestras naciones han caminado juntas, sosteniéndose mutuamente en el escenario internacional y fortaleciendo día a día los lazos de amistad y cooperación.
Esta relación se ha construido sobre una base sólida de valores compartidos: la democracia, la libertad, el Estado de derecho y el respeto a los derechos humanos.
A lo largo de estas décadas, nuestros países han impulsado conjuntamente un sinnúmero de proyectos de cooperación en diversas áreas. Podría enumerarlos, pero hoy quisiera compartir con ustedes una anécdota que ilustra el impacto real y humano de esta relación bilateral.
Durante muchos años, una de las prioridades de nuestra cooperación ha sido la construcción de viviendas sociales para sectores vulnerables. Blanca Hsu, una colega mía encargada de estos proyectos, hace poco visitó una de las comunidades beneficiadas para ver cómo estaban las viviendas y conocer a los residentes. Fue recibida con gran amabilidad y calidez. Muchos se acercaron simplemente para expresarle su agradecimiento a Taiwán, porque —según sus propias palabras— sus vidas habían cambiado por completo.
Una joven, de piel morena y muy tierna, se le acercó y le dijo:
«Antes vivíamos en condiciones muy difíciles. Mis padres siempre estaban preocupados por mí y por mis hermanos cuando salían a trabajar, porque nuestra casa podía colapsar en cualquier momento. Ahora tenemos una vivienda segura. Mis padres trabajan tranquilos y nosotros podemos estudiar en casa. Estoy sacando buenas notas.»
Conmovida, Blanca fue hasta su coche y regresó con un calendario y un folleto. Se los entregó a la joven y le dijo:
«Este calendario es tu premio por tu esfuerzo y tus buenas notas. Y este folleto contiene información sobre las becas que ofrece el gobierno de Taiwán. Espero que algún día puedas estudiar en Taiwán o en la Universidad Politécnica Taiwán–Paraguay, aquí mismo en Asunción.»
Me emocioné profundamente al conocer esta anécdota, y hoy quise compartirla con todos ustedes para reafirmar un mensaje claro: Taiwán siempre estará al lado del Paraguay, trabajando hombro a hombro para generar bienestar y oportunidades para todos los paraguayos. Somos un amigo cercano, con quien se puede compartir una conversación y una cerveza con confianza, pero también un socio confiable, comprometido con el desarrollo nacional y el crecimiento económico sostenible del Paraguay.
Para concluir, quisiera expresar mi más sincero agradecimiento a los distinguidos disertantes que esta noche nos brindarán reflexiones fascinantes e inspiradoras. Espero que este encuentro, además de ser una celebración de la amistad entre nuestros pueblos, también sea un espacio para el diálogo, la reflexión y la construcción conjunta de ideas. Todos compartimos el anhelo de ver un Paraguay próspero. Y Taiwán —ayer, hoy y siempre— estará dispuesto a acompañar y ser parte de ese sueño.
¡Que celebremos muchos más aniversarios juntos, y que vengan muchos más años de cooperación y amistad!