Bruselas.-La UE denuncia el creciente uso de armas químicas por parte de los rusos en Ucrania: «Estos ataques se están intensificando», acusó la Alta representante de política exterior, Kaja Kallas.
«Es sorprendente -añadió- pero desde el inicio de la invasión, ha habido más de 9.000 casos de ataques con armas químicas prohibidas.
Así lo afirman los servicios de inteligencia de Holanda y Alemania, y el hecho de que estén aumentando es preocupante, Moscú quiere que Kiev se rinda».
Los 25, en tanto, quedan divididos sobre las nuevas sanciones a Rusia Bratislava nuevamente bloqueó el severo paquete de medidas que debería incluir también el precio máximo del petróleo y del gas rusos.
«Pero confío en que llegaremos a una decisión», confió Kallas, quien abrió una nueva polémica con la Casa Blanca, deseando que también Estados Unidos «compartan la carga» del costo de las armas enviadas a Kiev (la primera partida es de unos 10.000 millones de dólares.
Fue el Financial Times (FT) el que planteó interrogantes sobre la posición de Trump hacia Putin, según el cual el presidente de Estados Unidos habría alentado en privado a Zelensky a bombardear más profundamente el territorio ruso, preguntándole incluso si era capaz de atacar Moscú o San Petersburgo si Estados Unidos le proporcionaba armas de largo alcance.
«Volodymyr, ¿puedes atacar Moscú?… ¿Puedes atacar también San Petersburgo?», habría preguntado el presidente estadounidense.
«Por supuesto, podemos hacerlo si nos dan las armas», habría respondido el líder ucraniano, según dos personas que estuvieron presentes en la conversación.
El magnate habría expresado su apoyo a la idea, indicando que el objetivo de la estrategia era «hacer sentir el dolor a los rusos» y obligar al Kremlin a negociar.
La conversación se habría producido el 4 de julio, al día siguiente de la «desagradable» llamada telefónica con Vladimir Putin, que aumentó la frustración de Trump y lo llevó a la decisión anunciada el lunes en el Despacho Oval junto con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte: Patriot y otras armas estadounidenses en Kiev pagadas por los europeos, así como aranceles secundarios del 100% si no se llega a un acuerdo en 50 días.
Antes de que el magnate respondiera a los reporteros, desde la Casa Blanca solo se había recibido una negación parcial al FT: «Las declaraciones del presidente fueron sacadas de contexto, simplemente estaba haciendo una pregunta, no estaba alentando más muertes», aseguró la portavoz Karoline Leavitt.
Por otro lado, el magnate, aunque reiteró estar «decepcionado» con Putin, precisó en una entrevista con la BBC que aún no ha «cerrado con él».
Lo confirma en parte el plazo concedido (50 días) y la amenaza de aranceles secundarios del 100%, frente al 500% previsto en un proyecto de ley bipartidista ahora congelado.
El Kremlin, atento a no romper con Trump, hace la vista gorda, explicando que necesita tiempo para analizar lo que dijo el presidente estadounidense y que Moscú sigue dispuesta a «continuar el diálogo» con Kiev.
Putin por ahora calla, mientras que todas las demás reacciones son duras o sarcásticas.
Para el viceministro de Asuntos Exteriores, Serghei Ryabkov, es «inaceptable» cualquier ultimátum, mientras que el viceconsejero del Consejo de Seguridad Nacional ruso, Dmitri Medvedev, lo calificó de «ultimátum teatral».
El jefe de la diplomacia rusa, Serghiei Lavrov, denunció, en cambio, la «enorme presión» de la UE y la OTAN sobre Trump y se muestra seguro de que los socios comerciales de Moscú no retrocederán ante las sanciones estadounidenses.AnsaLatina.