Asunción, Agencia IP.- La reforma estructural del transporte público presentado este jueves por el Ejecutivo al Congreso, apunta a un sistema “más justo, moderno y digno para todos”. Con ello, se busca dejar atrás un modelo que expulsa usuarios y avanzar hacia un servicio que recupere la confianza ciudadana.
Durante la presentación que se realizó esta mañana en Palacio de Gobierno, la ministra de Obras Públicas y Comunicaciones, Claudia Centurión, afirmó que se trata de una reforma transcendental.
Señaló que la propuesta remitida al Congreso Nacional impulsa una reforma largamente anhelada, profundamente necesaria y absolutamente impostergable. “La reforma comienza por un Estado fortalecido, con reglas claras y una gestión moderna”, subrayó al tiempo de resaltar que es una iniciativa para mejorar la movilidad urbana y la calidad de vida de los ciudadanos.
“He pedido al Congreso de la Nación la posibilidad de que nos den esta herramienta lo antes posible porque la aprobación de la ley va a ser el inicio del proceso, de una reforma que llevará su tiempo”, añadió a su vez, el presidente de la República, Santiago Peña.
Algunos componentes del proyecto de ley
Mediante esta ley, el Estado tendrá mayor control, ya que se termina con las reformas automáticas, es decir las empresas que quieran operar el servicio de transporte público deberán ganar una licitación, con reglas claras y, sobre todo, ofreciendo un buen servicio.
Asimismo, promueve la competencia para elegir a operadores competitivos e idóneos. Anteriormente, una misma empresa se encargaba de todo, operar los buses, tener la flota y mantener la infraestructura.
Ahora, con esta ley se separan los contratos: Operación; empresas especializadas en prestar el servicio de transporte y encargada de toda la dinámica de la operación y mantenimiento de buses. Flota: empresas encargadas de proveer con un modelo de financiamiento que propicie la inversión privada en flota. Infraestructura: empresas responsables de terminales, paradas y depósitos
A tal efecto se exigirá una flota moderna, segura y accesible, se controlarán las frecuencias para que la ciudadanía no tenga que esperar mucho tiempo en las paradas.
Otro de los puntos que contempla la propuesta, es la creación de un fideicomiso que administrará los fondos del sistema, incluyendo los subsidios con transparencia y trazabilidad. Asimismo, se gestionará un sistema tecnológico en tiempo real para el control de la calidad del servicio en favor de los pasajeros.
Establece tarifas justas y con beneficios, en ese contexto se busca proteger el bolsillo del usuario con pasajes accesibles; habrá beneficios para estudiantes, adultos mayores y personas con discapacidad.
Se promoverá una tarifa integrada, es decir el pasajero podrá tomar distintos buses, pagando un solo pasaje, en el lapso de un tiempo determinado. Así también, contempla la creación de sistemas digitales para saber donde se encuentran los buses, cuanto van a demorar y cómo llegar más rápido.
Implementación de la reforma
En otro momento de su intervención, la ministra Centurión sostuvo que la implementación de la reforma será gradual y transitoria, con avances sostenidos hacia un nuevo sistema de transporte más eficiente. Como medidas inmediatas, mencionó la ampliación del servicio nocturno Búho, la incorporación de 30 buses eléctricos en un plan piloto y el uso de plataformas digitales como Google Maps para brindar información a los usuarios.
La secretaria de Estado insistió en la necesidad de custodiar esta transformación en el tiempo, evitando retrocesos en políticas que impactan directamente en la vida de las personas.
“El transporte debe crecer con la sociedad, evolucionar con sus necesidades y mantenerse vivo”, remarcó, destacando que esta ley busca dejar atrás un modelo que expulsa usuarios y avanzar hacia un servicio que recupere la confianza ciudadana.
