Asunción, Agencia IP.- El Viceministerio de Minas y Energía presentó los resultados del estudio “Estimación del consumo y producción de biomasa forestal con fines energéticos – Octubre 2025”, que ofrece una radiografía detallada sobre la utilización de la biomasa en el país y plantea estrategias para garantizar su sostenibilidad a futuro.
Según este informe, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el consumo total de biomasa asciende a 6,2 millones de toneladas por año, con una fuerte presencia en el sector residencial, que representa el 57% del total. El 14,2% corresponde al uso industrial, mientras que el 28,8% se destina a la exportación de carbón vegetal.
En cuanto al origen de la biomasa, el 53,6% proviene de bosques nativos, el 31,3% de plantaciones forestales y el 15% de biomasa no forestal, como residuos agrícolas y subproductos industriales. Los principales subsectores consumidores son la producción de etanol, el secado de granos, la industria azucarera, las cerámicas y olerías, y la producción de cal viva, todos con un uso intensivo tanto de biomasa forestal como no forestal, reportó el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
La leña sigue siendo el energético dominante
El estudio reafirma que la leña continúa siendo uno de los energéticos más utilizados en Paraguay, especialmente por el sector industrial, debido a su bajo costo en comparación con otras fuentes de energía. Sin embargo, también se destaca un cambio positivo hacia el uso de especies provenientes de plantaciones forestales, principalmente Eucalyptus spp. y sus clones, lo que contribuye a reducir la presión sobre los bosques nativos y, en consecuencia, la deforestación.
A pesar de estos avances, el documento advierte sobre un importante déficit en sostenibilidad dentro de la producción forestal con fines energéticos, lo que evidencia la necesidad de fortalecer políticas de manejo responsable y sistemas de certificación que garanticen la trazabilidad del recurso.
Más forestación y certificación
Ante la imposibilidad de sustituir la biomasa por otras fuentes energéticas en el corto y mediano plazo, el Gobierno plantea dos estrategias centrales. En primer lugar, ampliar la base forestal energética mediante la reactivación del proyecto de plantaciones forestales energéticas, elaborado en 2017 con apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y el Fondo Verde para el Clima. En segundo término, avanzar en la implementación de regímenes de certificación y control del uso de biomasa en el sector industrial, conforme a los Decretos 4056/15 y 1788/24, cuya puesta en marcha está prevista para 2026.
Estas medidas buscan dotar de mayor sostenibilidad al uso de la biomasa, generar empleo en el sector forestal y fortalecer la transición hacia una producción más controlada y ambientalmente responsable.
Oportunidades que se abren
El viceministro de Minas y Energía, Mauricio Bejarano, explicó que el estudio permite cuantificar con mayor precisión los volúmenes de producción y consumo de biomasa, además de identificar las oportunidades que ofrece el sector. “Este estudio muestra que la biomasa sigue teniendo una utilización muy importante a nivel residencial, industrial y también para exportación de carbón. En la industria, solo el 16% utiliza energía eléctrica; el resto depende de biomasa”, indicó Bejarano.
El viceministro destacó que esta realidad representa una oportunidad económica para fomentar la reforestación y el desarrollo de cadenas de valor asociadas. “El camino que estamos trazando es incentivar aún más las plantaciones con fines energéticos. Esto genera empleo, negocios y un mercado asegurado, porque existe una demanda creciente de este recurso”, subrayó.
Asimismo, mencionó que el Gobierno trabaja con la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) y el Banco Nacional de Fomento (BNF) para ofrecer créditos blandos a productores interesados en reforestar sus propiedades. “La inversión en reforestación permitirá crear un ciclo virtuoso: la necesidad de biomasa, el acceso al crédito y la certificación del recurso forman un esquema sostenible que beneficia tanto al productor como a la industria”, agregó.
Bejarano recordó además que el presidente Santiago Peña considera al potencial forestal del país un pilar estratégico para la industria, la generación de energía y el desarrollo sostenible. “Hoy la biomasa se utiliza principalmente para calor, pero en un futuro cercano se empleará también para generar energía eléctrica. Es una oportunidad que debemos aprovechar”, concluyó.