Asunción, Agencia IP.- Con apenas 24 años, Ángel Martín Argüello Arévalo, conocido como «El Hombre del Tiempo«, se convirtió en una de las referencias más respetadas en divulgación meteorológica en Paraguay.
Desde su página creada en 2018, informa, educa y conecta a miles de personas que miran el cielo con curiosidad, atención y conciencia.
Cuando tenía apenas 13 años y cursaba el séptimo grado, Ángel empezó a hacerse preguntas que para muchos pasaban desapercibidas: «¿Por qué se forman las tormentas? ¿Cómo se crean las nubes?» En esas dudas cotidianas nació una pasión que hoy mueve a más de 57 mil personas que siguen su página de Facebook «El Hombre del Tiempo», un espacio que combina ciencia, vocación y servicio a la comunidad.
«Mi fascinación por los fenómenos meteorológicos empezó muy temprano. Me llamaban la atención las tormentas, las nubes, los rayos. Esa curiosidad fue creciendo hasta convertirse en algo central en mi vida», recuerda.
De la curiosidad al compromiso
Su página nació en 2018, en un contexto donde la información climática en redes sociales era, todavía, limitada. «La motivación fue compartir con las personas lo que iba aprendiendo. Sentía que la meteorología debía explicarse con palabras simples, para que todos pudieran entenderla y usarla en su día a día», cuenta.

Con el tiempo, su trabajo comenzó a llamar la atención de aficionados al clima, agricultores, ganaderos, docentes, periodistas y comunidades enteras que aprendieron a confiar en sus pronósticos y advertencias. «Nunca imaginé que iba a tener tanta repercusión. Mis amigos me animaron a seguir y a hacer videos con pronósticos, y eso ayudó mucho. No es fácil que se consuma contenido científico en redes, pero el interés fue creciendo y hoy la comunidad es enorme», comenta con gratitud.
Autodidacta, apasionado y casi meteorólogo
Aunque gran parte de su formación fue autodidacta, su esfuerzo y disciplina lo llevaron lejos. «Fui aprendiendo en grupos de meteorología de países vecinos, leyendo libros gratuitos, viendo videos de meteorólogos. Luego ingresé a la carrera de Licenciatura en Ciencias Atmosféricas en la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), donde ya estoy finalizando mi tesis», explica.

Y lo que comenzó como un pasatiempo se volvió una labor constante, basada en análisis técnicos y un compromiso profundo con la responsabilidad informativa. «Siento que mis publicaciones ayudan a prevenir daños y a generar conciencia. Hago los análisis con mucha seriedad, porque un buen pronóstico puede marcar la diferencia para mucha gente», subraya.
Una red ciudadana bajo el mismo cielo
Hoy, la página recibe cientos de fotos, videos y reportes de todo el país. «A veces ni yo sé cómo hago para procesarlo todo», admite. «Creo que mi pasión me impulsa. Verifico la información y contrasto los datos, pero también cuento con el apoyo de otros aficionados y colegas como Aficionado a la Meteorología Paraguay, Infoclima y Meteorología Encarnación. Entre todos formamos una red cooperativa».
Esa red, espontánea y solidaria, se convirtió en una verdadera comunidad de observadores del clima. «Me llena de orgullo ver cómo la gente se involucra. Comparten reportes, alertas, fotos… Eso demuestra que la meteorología también puede ser ciudadana y participativa», afirma.
La ciencia, explicada con lenguaje humano
Uno de los mayores desafíos para Argüello es traducir conceptos técnicos en mensajes accesibles. «No siempre encuentro las palabras adecuadas. Busco usar ejemplos cotidianos, cosas que todos vivimos. Lo importante es conectar con la experiencia de las personas», explica.
Sus publicaciones, siempre acompañadas de mapas, gráficos y lenguaje claro, son seguidas por miles de paraguayos que confían en su criterio antes de planificar actividades, viajar o trabajar al aire libre.

El fenómeno que más lo impactó
Entre los innumerables eventos meteorológicos que observó, hay uno que nunca olvidará: «El reporte de un tornado de cuña en octubre de 2023, en Yatytay del Yhaguy, fue lo más emocionante y también lo más impactante que recibí. Me hizo pensar mucho en la fuerza de la naturaleza y en la necesidad de estar preparados».
Los tornados y las tormentas supercelulares son, según él, los fenómenos más fascinantes. «Las superceldas tienen una belleza impresionante. Son estructuras complejas y majestuosas. Nunca dejan de asombrarme», reconoce.
Ciencia con propósito: servicio al campo paraguayo
Más allá de informar, Ángel busca generar impacto directo en la vida de las personas. Recientemente abrió un espacio de consultoría gratuita para agricultores y ganaderos de pequeña y mediana escala, con pronósticos personalizados a mediano plazo. «El objetivo es ofrecer información sobre precipitación, tormentas, viento y temperatura, para ayudarles a planificar mejor sus actividades», explica.
Las consultas se pueden realizar por Messenger o WhatsApp (0972 526 084), y forman parte de su compromiso de que la meteorología sirva como herramienta de desarrollo rural.
Un trabajo independiente, sostenido por la comunidad

El proyecto es totalmente independiente y gratuito, pero los seguidores pueden colaborar de forma voluntaria. «Algunos me piden mis datos para hacer aportes, y eso me ayuda a costear herramientas que no son de acceso libre», señala.
Su alias para donaciones es 6967814 – Banco Familiar, un detalle que aparece en sus publicaciones, acompañado siempre de un mensaje: «Apoyá este trabajo. Info clara y útil para tu día».
Mirar al futuro: ciencia, colaboración y conciencia
Cuando se le pregunta por el futuro del clima en Paraguay, Argüello responde con cautela y rigor. «Los estudios científicos indican que algunos eventos extremos están aumentando en frecuencia e intensidad. Es algo que debemos seguir de cerca. Necesitamos educación climática y políticas que acompañen esos cambios», advierte.
Sobre sus metas, prefiere no adelantarse demasiado. «Aún no tengo un objetivo concreto, pero sí quiero que la comunidad siga creciendo y que los medios de comunicación den más espacio a la meteorología. El clima influye en la economía, en la agricultura, en la vida diaria. Hay que prestarle atención», sostiene.
Con su tono sereno, su compromiso científico y su capacidad para conectar con la gente, Ángel Argüello demuestra que mirar el cielo puede ser una forma de servicio. En un país donde el clima puede cambiarlo todo, él eligió hacer de esa incertidumbre un espacio de conocimiento, cooperación y esperanza.