Las dos grandes estrellas de los Golden State Warriors fueron objeto de una vigilancia extrema por parte de la defensa de los Cleveland Cavaliers y anotaron solamente 20 puntos, su anotación conjunta más baja de la temporada, y firmaron un más que discreto 8 de 27 en tiros de campo, pero el vigente campeón es mucho más que ellos dos y así lo demostraron los actores secundarios del equipo.
Cuatro jugadores anotaron 12 o más puntos y ninguno de ellos se llama Curry o Thompson. Hay un dato demoledor: los jugadores que salieron desde el banquillo del entrenador Steve Kerr se combinaron para firmar una actuación memorable con 45 puntos, 15 rebotes ,10 asistencias y ninguna pérdida de balón y lo hicieron en el momento más oportuno, en un encuentro en el que sus dos principales referentes ofensivos recibieron una vigilancia especial por parte de la defensa rival y las veían cuadradas. Los suplentes de los Cavaliers, con 10 puntos, fueron literalmente arrasados y esa espectacular aportación pudo más que las buenas aportaciones del trío estrella de los de Ohio: LeBron James (23 puntos), Kyrie Irving (26) y Kevin Love (17).
Así pues, los grandes protagonistas no estaban en el guión. Se trata de jugadores como Shaun Livingston (20 puntos y 8/10 en tiros de campo), Andre Iguodala (12, 5/9), Leandro Barbosa (11, 5/5). Andrew Bogut (10, 5/7) o Harrison Barnes (13, 6/10). Piezas de un gran equipo que casi siempre están a la sombra de los triplazos de Thompson y de las canastas mágicas de Curry, pero que en esta ocasión se convirtieron en decisivos. Lo vivido supone un problema gordo para los Cavaliers, que probablemente dudarán a partir de ahora si seguir poniendo el foco defensivo en las dos estrellas rivales o intenta ajustarse un poco más sobre los otros jugadores de los Warriors. Sin embargo, por lo visto en este encuentro, los Cavaliers no pueden enfocarse en marcar solamente a dos jugadores, porque en este equipo que dirige Steve Kerr todo el mundo es capaz de anotar puntos.
El Oracle Arena se vistió de gala para este primer encuentro de la final. Un estadio totalmente lleno y un ambiente espectacular. Los Warriors comenzaron mandando y lo hicieron durante casi todo el encuentro. Las primeras ventajas llegaron ya en el primer cuarto, con un 24-17. Los Cavaliers, sin embargo, resistieron la embestida. En el segundo cuarto fue el momento de los actores secundarios y ahí comenzó a desnivelarse la contienda. Barbosa y Livingston dieron el primer tirón importante (43-29) y eso hizo que los Warriors fueran más relajados y que Tyrone Lue, técnico de lo sCavaliers, tuviera que exprimir más a sus estrellas, algo que al final acabó pasando factura por el cansancio.
Otro factor clave fue la defensa. Estos Warriors no son excesivamente altos, pero cuentan con excelentes atletas capaces de parar a cualquiera, con mención especial para Iguodala o Draymond Green. Los 43 puntos de los Cavaliers en la primera parte fue su peor anotación en este playoff. A pesar de ello, entre LeBron e Irving lograron forzar la máquina y ponerse por delante en el marcador (63-64). Fue, sin embargo, un visto y no visto. Los Warriors comenzaron a carburar y volvieron a marcar el ritmo (74-68 al final del tercer cuarto).
El segundo encuentro será este domingo 5 de junio a las 20:00hs (hora local) nuevamente en el Oracle Arena de Oakland, campo de los Warriors, dónde LeBron y su equipo darán pelea e intentarán empatar la serie.